El grupo ciudadano que le plantó cara a la corrupción
No tienen un título o cargo que les da poder a sus decisiones. Basta con la credibilidad de ostentar el más alto cargo en una sociedad, el de ciudadanos, y sobre todo, independientes. La Comisión Nacional Anticorrupción no responde al Gobierno ni a organizaciones sociales o gremiales, así lo aseguran sus miembros. Aunque su origen viene de las organizaciones sociales y de trabajadores, con sus acciones han demostrado que la autonomía es su carta de presentación. No importa si los actos irregulares fueron cometidos en este o el anterior Gobierno, corrupción es corrupción y con sus denuncias, siempre con documentos bajo el brazo, la combaten. De este grupo de abogados, economistas, académicos y más, han salido querellas graves que han provocado remezones que en algunos casos se han traducido en demandas en su contra. Como
la del excontralor Carlos Pólit que derivó en una sentencia en contra de sus miembros. Ni eso mermó su decisión de seguir denunciando. De ese cuerpo ciudadano han salido demandas que han puesto en duda el manejo de los recursos de la reconstrucción luego del terremoto en Manabí, un supuesto tráfico de influencias en la persona del exprefecto de Manabí, Mariano Zambrano, y supuesto sobreprecio en la compra de medicamentos en los hospitales del Seguro Social Teodoro Maldonado Carbo y Los Ceibos.