¿Salado o con suerte?
Pareciera que los guayaquileños no son conscientes de los privilegios que tiene la ciudad por su ubicación geográfica y por eso no los valoran ni los defienden. El estero Salado es uno de ellos.
El brazo de mar que baña a Guayaquil podría ser un gran generador económico a través del turismo, la transportación y la práctica de actividades deportivas, si sus aguas fuesen limpias. Pero están contaminadas porque a diario reciben descargas de residuos industriales y domésticos. El problema se viene denunciando hace muchos años, sin que la acción de los gobiernos -central y seccionalhaya sido lo suficientemente efectiva como
Se han presentado muchas propuestas viables -incluso a corto plazo- para su rescate. Solo hace falta la decisión de hacerlas realidad, pero para ello hay que considerarlo como una prioridad’.
para recuperar este cuerpo de agua que hasta mediados del siglo pasado fue nuestro balneario natural.
Se han presentado muchas propuestas viables -incluso a corto plazo- para su rescate. Solo hace falta la decisión de hacerlas realidad, pero para ello hay que considerarlo como una prioridad. Podría ser un legado de la alcaldesa para la ciudad, más aún ahora que la inversión pública y la privada han empezado a mirar al estero, como en el caso de Guayarte y de hoteles que se están ubicando en sus orillas.
Los guayaquileños debemos exigir su recuperación pero también participar activamente en todo esfuerzo para lograr un cambio de suerte para el Salado.