Una mezcla al servicio nacional
La tenista nacida en Ecuador, criada en Alemania y formada en España es la única local que queda en el singles del ITF W25 de Guayaquil
Charlotte Paredes Roemer es la única tenista ecuatoriana que sigue con vida en el ITF W25 que se desarrolla en Guayaquil. Además es el lugar donde muestra todos sus conocimientos en el deporte blanco, que fueron aprendidos en España, luego de criarse en territorio alemán.
10 CAMPEONATOS suma la ecuatoriana en el circuito ITF: 1 en singles y 9 en dobles. En 2018 llegó al # 697 mundial, su mejor registro.
Desde que empecé a jugar al tenis representé a Ecuador... de eso ya más de 6 años. Soy ecuatoriana y quiero seguir creciendo. CHARLOTTE PAREDES ROEMER, tenista tricolor
Sfloresj@granasa.com.ec i por el acento tuvieran que reconocer como ecuatoriana a Charlotte Paredes Roemer, sería imposible hacerlo. Haber vivido por más de seis años en España y previamente criarse desde los dos en Alemania, ha hecho que hable distinto, aunque ella es más nacional que el mismo ceviche de pescado que tanto ama.
La tenista de 25 años bien podría ser una trotamundos. Nació en Ecuador, de hecho toda la familia de su padre es de aquí, pero su madre es alemana, por lo que se fue a vivir allá cuando tenía 1 o 2 años. Fue el tenis el que a los 17 años la hizo salir del país teutón y radicarse en España, donde entrena y está su centro de operaciones desde entonces. Hoy la tricolor es la única nacional en el cuadro principal del torneo de singles del ITF W25 Copa Fet-banco Guayaquil, que se disputa desde el lunes en la ciudad.
Ayer Paredes superó la segunda ronda y se instaló en los cuartos de final tras vencer contundentemente a la brasileña Thaisa Pedretti por parciales de 6-1 y 6-3.
“Cumplí con jugar intensa en cada punto y hacer mi juego... creo que lo hice bien. Al final me pudo un poco la tensión, pero ella (Pedretti) también fue aguerrida, por eso disfruto la victoria”, precisó la ecuatoriana, que lleva más de tres años entrenando con el español Jonathan Moll.
El nombre de Charlotte sonó a inicios de este mes al constar en la nómina de la delegación nacional que disputó los Juegos Panamericanos de Lima. Antes, hace cuatro años, ya repitió su participación en este tipo de citas en Toronto 2015.
“Me habría gustado conseguir mejores resultados en Perú. Aun así, siempre es una gran experiencia representar al país. Me siento ecuatoriana y soy ecuatoriana”, expresó la tenista, quien además ha jugado varias veces por la Tri en la Fedcup, torneo femenino de selecciones, que califica de especiales, así como los actuales torneos W25 que viene disputando desde la semana pasada.
Charlotte piensa en grande. Si bien actualmente marcha entre las 600 mejores del ranking mundial, aspira a que torneos como el que está jugando en Guayaquil la hagan terminar mejor el año. Admiradora de Simona Halep, la ecuatoriana quiere llegar lejos. Hasta el año pasado jugaba torneos que daban premios de 12.000 dólares; esta temporada empezó con el desafío ambicioso de los eventos de $ 25.000, en los que hoy ya pisa unos cuartos de final.
A la hora de preguntarle sobre cuál de los tres países donde ha echado raíces prefiere, sale a relucir el aspecto de la comida. “En Alemania hay muy buen pan, pero el ceviche y el locro de papas de Ecuador son otro nivel (ríe)”.