Perucho quiere su osamenta
El esqueleto de una joven fue hallado en esa parroquia de Quito ❚ Se determinó que era una muchacha que vivió en el siglo XIII y era de la Cultura Caranqui
LA CIFRA 1,50 METROS medía la mujer que fue hallada en la tumba, con rasgos de los antiguos habitantes de la zona. VESTIGIOS
Casi a la intemperie y al ras de la carretera, los comuneros de la parroquia Perucho alertaron hace poco tiempo de la presencia de unos huesos en la vía que une a ese pueblo con San José de Minas, en el nororiente de Quito.
Según Andrés Mosquera, arqueólogo del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), primero dieron aviso a la policía, por si se trataba de alguna persona desaparecida o un caso de muerte violenta.
Cuando el equipo de arqueólogos llegó, a primera vista se dio cuenta de que se trataba de un hallazgo arqueológico e hicieron un rescate de emergencia. “Estaba a 70 centímetros de la superficie, eso nos da un dato importante sobre la época en la que vivió”, explicó Mosquera.
Los restos estaban cubiertos por una capa de ceniza que Mosquera asegura que procede de una erupción del volcán Quilotoa en 1250. Es decir que la tumba fue posterior a la erupción.
Ya con los implementos necesarios, dos días después lograron recuperar el 90 % del esqueleto que, según los análisis, perteneció a una mujer de entre 20 y 35 años, de 1,50 metros de estatura y con afinidad biológica a la Cultura Caranqui.
Esta etnia se desarrolló en el norte de la sierra ecuatoriana y se extendió en distintos momentos por las actuales provincias de Carchi, Imbabura y el norte de Pichincha.
Sin embargo, la osamenta pertenece al período de Integración Tardío, entre los años 1250 y 1300. Aunque lo más curioso es