LISSETTE, ORO A LOS SUEÑOS Y EL TESÓN
A ALissette Antes se le entrecortan las palabras al hablar. Tiene las lágrimas contenidas. La medalla de oro que minutos antes acababa de ganar significaba ese bálsamo que tardó en llegar dos años y nueve meses, tiempo que le tomó volver a estar al nivel de unos Juegos Panamericanos.
“Por qué no cumplir los sueños que uno se propone”, cuestionaba con rebeldía mientras inconscientemente su mano empuñaba el metal. Guadalajara 2011 y Toronto 2015 le dejaron a la luchadora libre en los 57 kilogramos bronce, de ahí que a la tercera vez fue la vencida. A eso se le suma el valor de que estuvo alejada de las colchonetas dos años y que recién en noviembre pasado regresó a lo que la hace feliz: luchar.
Todo se remonta a agosto de 2016, cuando Lissette se jugaba su última carta para saber si podía seguir compitiendo o no. Recuerda que enfrentaba en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, a la representante de Moldavia, Mariana Cherdivara, pero el dolor era intenso. “Con dos hernias discales no podía seguir compitiendo…había mucho dolor y mi decisión de alejarme de la lucha era un hecho después de los Juegos Olímpicos de Río…”.
En ese momento, Antes contaba con 25 años y unas condiciones técnicas y físicas excepcionales que le valieron ser considerada un diamante en bruto… Tras la lesión, la entonces tesorera del Comité Olímpico Ecuatoriano (COE), Andrea Sotomayor, por pedido de presidencia siguió el caso y se le dio todas las atenciones para buscar soluciones a su inconveniente… Sin embargo, la decisión de retiro era inminente, cuenta Lissette, aún cuando la hoy secretaria del Deporte le pidió que no lo haga.