Con hilo y aguja representan las tradiciones andinas
Estudiantes de diseño llevan las vestimentas indígenas a la pasarela
Varias tradiciones indígenas con representaciones de elementos como diablos y soles, fusionadas con otros de origen colonial como iglesias y espejos, inspiraron a un grupo de estudiantes de moda. La idea fue rescatar tradiciones festivas y llevarlas a la pasarela del Qhapac Ñan. Cuarenta estudiantes expusieron el jueves sesenta diseños de su interpretación sobre tradiciones indígenas ancestrales, como el “Inti Raymi” (fiesta del sol), el “Pawkar Raymi” (fiesta del florecimiento); y, otras católicas como el Corpus Christi. “A través de la moda, queremos rescatar en nuestros trajes nuestras fiestas, tradiciones, colores, culturas y materiales”, dijo Delia Andrango, coordinadora de la carrera de Diseño de Moda en el Instituto Superior Tecnológico de Patrimonio Yavirac-gran Colombia.
En la cuarta edición del desfile, que por segunda vez recibe el nombre de Qhapac Ñan, en alusión al sistema vial andino que conectaba varios países de la región, predominarán colores llamativos como el naranja, amarillo, verde claro, turquesa o fucsia, que según Andrango, representan fiestas andinas. En las pasarela se verá entre otros diseños, a un conjunto de tres piezas inspirado en la fiesta del “Inti Raymi” (junio).
Un pantalón de mezclilla, chaleco confeccionado en mezclilla y lana, y un corpiño de gamuza, decorado con grecas, cintas de diversos colores y pedrería, en reemplazo de los diminutos espejos que portan los danzantes en sus trajes. Cuarenta estudiantes expusieron el pasado jueves estilos tradicionales indígenas ancestrales como el Inti Raymi.
El exterior de las iglesias del centro histórico de Quito, así como sus decorados interiores, fueron también decodificados para “reescribir” el patrimonio ecuatoriano puntada a puntada, pues son los propios estudiantes quienes cosen los trajes.
A sus 27 años, Ximena Angulo echó mano de los diablos para crear un abrigo inspirado en la llamada “Diablada de Píllaro”, una colorida tradición que se remonta al siglo XVII y que tiene relación con el tradicional carnaval de la boliviana Oruro.
La “Diablada de Píllaro” fue declarada Patrimonio Cultural Intangible de Ecuador en 2008 y es una de las celebraciones ancestrales más importantes de la Sierra andina. Algunos historiadores también ligan esta fiesta a expresiones de resistencia contra el dominio español de las comunidades indígenas del país.
Viva prueba de que el objetivo del rescate de las tradiciones se cumple, Angulo confiesa a EFE que antes de su diseño poco sabía de la “Diablada”, pero ahora luce orgullosa un abrigo con un tocado de cuernos y apliques alusivos a Mefistófeles.
EL DATO 60 diseños