Un sexagenario infunde entre los más pequeños el folclor y la danza
Creo una agrupación de baile con sus hijos, sobrinos y nietos
Ángel Domínguez Barzola es un comunero de Sinchal nacido hace 60 años, quien recuerda que desde pequeño aprendió a bailar pasillos, valses, albazos, sanjuanitos y otros ritmos, como lo hacían sus abuelos.
Aquella herencia ancestral inmaterial que le corre por sus venas lo llevó a conformar el grupo folclórico Esperanza de Mi Tierra en su lugar de origen como homenaje a sus ancestros, pero por razones de trabajo hace más de cuatro décadas Domínguez Barzola se radicó en el barrio La Esperanza, del cantón La Libertad, en donde volvió a fundar la agrupación. Pero esta vez Esperanza de Mi Tierra, que el pasado fin de semana cumplió 6 años, es integrado por los hijos, sobrinos y nietos del fundador; los que conforman el ballet se sienten orgullosos de mostrarse ante el público bailando los temas que hace más de medio siglo lo hacían sus antepasados.
Decenas de personas acudieron a la celebración de la institución folclórica, que se desarrolló en el sector barrial donde ahora habita su director; los presentes fueron testigos de un programa en el que se realzó la cultura del pueblo peninsular mediante la danza.
Vistiendo polleras tricolores como tributo al país aparecieron ante los concurrentes seis jóvenes mujeres que pertenecen al grupo principal de Esperanza de Mi Tierra, las chicas se movían al compás de un sanjuanito, luego el mismo número de varones con ropa blanca y sombrero entraron a la pista para acompañarlas.
Durante las cuatro horas que duró la noche del encuentro folclórico denominado ‘Esperanza de Mi Tierra’, en honor del aniversario institucional, los diferentes grupos tuvieron lucidas participaciones, además, se recordaron varias historias de suspenso y fantasías que los antiguos pobladores narraban en las noches de tertulias.
LA FRASE Toda la familia participa en los bailes que nos ha transmitido mi tío Ángel, ahora los enseñamos a los demás.