Se despide un ícono de la poesía manabita
Falleció Dumas Mora, un amorfinero que le sacó rimas a la vida
Llegaron ataviados con trajes multicolores, hablando sus dialectos y entonando su música autóctona, mostraron sus costumbres y cultura, como prueba de que América es un continente intercultural.
Luego de cada baile, música u obra de teatro, el público aplaudió esta demostración de sus orígenes, sean mestizos, afros o de ascendencia aborigen.
Esto ocurrió en el festival artístico organizado por el Centro Intercultural Municipal Cacique Tumbalá en Playas.
Su directora, Isabel Moreno, indicó que tienen en formación a unas 2.000 personas en diversos géneros del arte.
Allí estaba Carolina Mendoza, de Venezuela, con su grupo nacionalista folclórico Las Águilas Blancas, bailando el tradicional joropo, música con la cual se identifica a su país.
“La cultura se está perdiendo, por eso nuestro afán de rescatarla presentándola en los diversos países que nos invitan, hemos venido a Ecuador con la ayuda de la gente amante del progreso, pese a la difícil situación que vive nuestro país”, dijo Mendoza.
Christian Zapata, director del grupo Son Pacífico, explicó que le pusieron ese nombre porque son de Playas y bailan ritmos modernos, pero también los ancestrales.
Esa noche vistieron de animales porque representaron a la fauna y flora del Ecuador. También realizaron la danza del cacique Tumbalá y la princesa Posorja, que demuestra la valentía y coraje de nuestros antepasados.
Son 20 bailarines y 30 están en formación, el grupo lo crearon Óscar Zúñiga y Milenia Tapia, algunos bailarines se internacionalizaron y ahora están en Perú y otros paí- ses. “La cultura tiene que avanzar, no estancarse y estos festivales son para eso”, sostiene el folclorista.
Ramón Hernández, representa al grupo Almecac, del folclor tradicional de Guanajuato,
El pasado domingo dejó de existir a los 88 años, en la ciudad de Calceta, Manabí, Dumas Heraldo Mora Montesdeoca.
Habitó toda su vida en una rústica vivienda de caña y madera construida por él. México, puso en escena la música vernácula de este país como las rancheras y el guapango, cuyo mayor exponente fue José Alfredo Jiménez, por eso sus integrantes se vistieron de charros. Allí residió junto a su amada esposa Mercedes María, de 83 años.
Fue considerado un ícono de la poesía montuvia y catalogado como patrimonio de la tradición oral manabita.
Desde hace un año padecía una anemia perniciosa que le impidió continuar con su actividad de crear versos y amorfinos, sin embargo, hasta sus últimos días generó rimas populares que dedicaba a los galenos que lo atendían.
Mora deja 9 hijos, 32 nietos y 15 bisnietos, de los que dos, Alison Borja y Jimena Vera Mora, al parecer seguirán ese legado amorfinero. Alison a sus 14 años ya escribe y recita, ella lo representó en actividades para varios planteles escolares.
Dumas fue nombrado patrimonio vivo de la tradición oral manabita. Nació en la parroquia Calceta, recinto Corozo, provincia de Manabí,
Fue conocido como el poeta del Carrizal. “Soy lo que es mi entorno”, dijo en su momento. El sobrenombre se debe al río que baña la región, entre Calceta y San Bartolo.
Deja además un legado cultural en cada uno de sus descendientes. Por más de 70 años promovió la cultura del campo costeño.
Sus restos fueron velados en la vivienda de su hijo, Luis Ariosto Mora, ubicada en el recinto Corozo. Se realizó una capilla ardiente y misa de cuerpo presente en el cementerio de Calceta.