Riesgo innecesario
La política, el negocio alrededor del fútbol y su mezcla no fueron suficientes esta vez. Los jugadores de la selección argentina pidieron no jugar el amistoso contra Israel, en Jerusalén, por seguridad.
El escenario estaba complicado y ellos prefirieron la tranquilidad interna antes del Mundial de Rusia 2018.
Elegir a Jerusalén como sede fue el principal problema. Es parte del conflicto entre Israel y Palestina. Jugar allá era visto como un reconocimiento tácito para una de las partes. Y, en consecuencia, generar el rechazo de la otra.
Y así pasó. Cuando el partido estaba vigente, desde Palestina salieron varios mensajes, entre pedidos y amenazas. Jibril Rayub, presidente de esa federación, dijo que Israel intentaba utilizar a Messi como herramienta política.
Pero él también lo hacía. A los argentinos pedía de favor que no vayan al partido, mientras a los suyos instaba a quemar la camiseta de Messi.
A eso se sumó una carta de niños palestinos pidiendo al 10 que “no juegue en el estadio construido sobre su aldea destruida y sobre los cadáveres de sus antepasados”.
Y en Argentina, los grupos que pedían la cancelación del partido se multiplicaron. Las Madres de la Plaza de Mayo fueron las últimas.
Pero por debajo de la mesa también llegaron mensajes. Y mucho más fuertes. La camiseta albiceleste manchada de sangre y exhibida en plena protesta de españoles y argentinos, junto a las supuestas amenazas para los familiares de los jugadores fueron los principales detonantes.
El grupo de futbolistas pidió a la Asociación de Fútbol No Argentino (AFA) que cancele el partido. Tenía argumentos deportivos para ello, como un viaje innecesario a tan poco tiem-
Entre pedidos y amenazas, los jugadores de Argentina fueron determinantes en la cancelación del partido contra Israel
po del Mundial y exponerse a lesiones. Pero el fondo siempre fue su seguridad.
Se aceptó y con ello las consecuencias. La cancelación generó un cambio en Rayub. Ayer se mostró un agradecido de Messi y su principal fan.
Mientras, desde la diplomacia de Argentina salieron dos ideas principales. La primera, preocupada por las relaciones políticas, fue que la AFA es una entidad independiente.
Y la segunda, que si el partido era en otra ciudad no generaba tanta tensión. Después de todo, Argentina ya visitó Israel antes como cábala, desde que Maradona pasó por allí previo al título de 1986.
Es un acto de terrorismo futbolístico por parte de la federación de Palestina. No hubo discursos sino amenazas a quienes venían a Israel. ROTEM KAMER, vicepresidente de la Federación de Israel