Caciques
La carrera por las elecciones seccionales de 2019 empezó. A unos les duró poco y declinaron sus forzadas precandidaturas; otros continúan quemando suelas en inagotables recorridos.
Ahora, pese a las erradas apuestas de ciertos líderes, hay algo que es irrefutable: el soberano decidió en las urnas eliminar la reelección indefinida y con ello, un montón de alcaldes, prefectos y concejales ya no podrán postularse para el mismo cargo, desvaneciéndose sus antidemocráticas aspiraciones de perennizarse en sus espacios de poder. Recordemos que en democracia no hay caciques y que no nos pueden venir con la barrabasada de que dejarán en sus puestos a alguien de sus filas para que “continúe con su legado”. En algunos casos el propósito de legar los cargos es el de asegurarse una suerte de protección, previniendo posibles destapadas de “ollas de grillos”, que de seguro ocurrirán si gana alguien contrario a las filas de la autoridad en curso. Quizás ahí nos demos cuenta de que no todo lo que brilla es oro.
La ley aún impone las exiguas limitaciones de siempre: haber cumplido 18 años, estar en goce de los derechos políticos y haber nacido o vivido por lo menos dos años ininterrumpidos en la jurisdicción en la que serán candidatos. Insisto, es impresentable que ciudadanos que pretenden guiar los destinos de un cantón vivan fuera de su jurisdicción; esto es inadmisible.
A propósito de las “bajadas de la camioneta”, escuché a unos colegas opinar que no es sano permitir inscripciones de candidatos que no vivan en la ciudad por la que corren, con el cuento de que no han actualizado sus domicilios electorales.
Señores del CNE: debe efectuarse una depuración y actualización de los domicilios. Se darán cuenta, por ejemplo, de que son muchos los ciudadanos que deberían votar por el alcalde de Samborondón y no por el de mi cantón. La cantinflada de que “yo no vivo en Guayaquil, pero sí trabajo ahí o nací ahí”, no es una opción válida, pues quienes no moran en nuestra ciudad no pueden pretender conocer sus problemas y ayudarnos con soluciones.