60 años del tratado de Roma
Las elecciones nos impidieron poder comentar el gran aporte dado por el Tratado de Roma en diferentes aspectos del convivir mundial como a los nuevos experimentos societarios propuestos, incluyendo sus problemas actuales como el Brexit o el populismo neofascista. Se suscribieron dos textos sobre “Comunidad Europea de la Energía Atómica- CEEA o EUROTOM” y la “Comunidad Económica Europea, CEE”.
Este Tratado fue suscrito el 25 de marzo de 1957, en el Capitolio de Roma, por los líderes y luchadores antifascistas de los “”Seis”, Francia, República Federal de Alemania, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo. Se basó en un enfoque de la creación de un gran mercado común; fijó reglas para una competencia leal entre Estados, prohibiendo el dumping, cárteles y monopolios. Consideró la adopción de algunas políticas comunes, como la comercial, agrícola y transportes. Preveía ejercer las cuatro libertades de circulación (mercaderías, capitales, mano de obra y la libertad de instalación para las empresas, los trabajadores independientes y los servicios).
El Reino Unido no se asoció en esta época, ya que prefirió impulsar otro proyecto “la Asociación Europea de Libre Cambio”.
Según Robert Schuman, Ministro de Relaciones Exteriores de Francia de esa época, “es una idea revolucionaria, ya que el Tratado de Roma sale directamente del fracaso de las negociaciones para impulsar la Europa política de inicio de las años 50. Se constató que los nacionalismos de extrema derecha y las divisiones entre Estados conducirían a una nueva guerra destructiva, había que ponerle fin por medio de la unión de los pueblos”.
Jean Monet y Paul-Henri Spaak plantearon una integración más sectorial sobre el modelo de la CECA (suscrito en 1951, que pone en gestión común la producción de acero y carbón de ciertos países europeos, que eran considerados factores estratégicos en la segunda guerra mundial), incluyendo otras energías como la atómica y a los transportes.
Y la integración cuajó, la UE ha tenido un gran crecimiento económico y social; y no ha habido guerras.