Israel bajo tensa calma
Continúa la tensión en el norte de Israel y el Golán ocupado, tras los ataques antenoche de los que el Ejército israelí acusó a fuerzas iraníes en Siria y respondió con el bombardeo de más de setenta objetivos, en la operación de mayor envergadura en la zona desde los años setenta.
“Haremos todo lo necesario para expulsar a los iraníes de Siria”, dijo ayer el ministro de Finanzas israelí, Moshé Kajlón, al diario israelí Ynet.
Al tiempo que el subcomandante Hosein Salamí, del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución de Irán, negó que su país estuviera detrás del ataque de antenoche en el que 20 cohetes Grad y Fajr-5 fueron lanzados desde territorio sirio hacia el controlado por Israel.
Refiriéndose a la presencia iraní en Siria y al contraataque de anoche, Kajlón declaró que “todas las medidas preventivas han sido tomadas” y que el paso a seguir es implementar “la supremacía israelí operacional y de inteligencia (...) y mandar a los iraníes a casa. Ésta no es su frontera. Compartimos frontera con Siria, y otra con Gaza y Líbano”.
Por su parte el ministro de Seguridad Pública, Guilad Erdán, aseguró al canal de noticias Hadashot que Israel “no tiene intención de llevar a cabo una escalada, y ningún deseo de llegar a una situación de guerra” con Irán. “Tan solo insistimos en nuestra política, apoyada por gobiernos árabes, a veces en secreto, y por los Estados Unidos y muchos otros, de no permitir el atrincheramiento de Irán en la frontera con Israel y Siria”, afirmó.