DE CARA A LA CIENCIA
SE TRATÓ EN EL ENCUENTRO IBEROAMERICANO DE EDITORES.
Las investigaciones científicas han permitido el avance en diversas áreas, especialmente en el ámbito de la salud. En un mundo tan complejo como este, se destaca el proceso de las publicaciones científicas. Esto permite dar visibilidad a todos los trabajos que están haciendo investigadores de diferentes partes del mundo, cada uno en su terreno del conocimiento.
Así lo explica Mila Cahue, doctora española y editora de ‘Web of Science’, quien agrega además que, las plataformas de indexación y la búsqueda en internet han facilitado el crecimiento de la ciencia de manera vertiginosa en los últimos años en diversos aspectos del conocimiento. Afirma que este avance se debe a que todos los investigadores del mundo pueden estar al tanto de lo que se ha publicado, desde dónde, por quién, a cual ámbito transciende, lo cual permite que se establezcan contribuciones y colaboraciones. Así como también, el financiamiento por parte de una institución determinada.
En este sentido, Víctor Gómez Valenzuela, vicerrector de investigación y vinculación del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec) externa que se deben ver las publicaciones científicas como un resultado, es decir, a diferencia de otros ámbitos de los conocimientos, estas expresan un efecto tangible. “Todo esto como conclusión de un esfuerzo de investigación que toma forma de un artículo o publicación científica, para luego pasar a ser publicado en un medio arbitrado de carácter internacional y poder ser indexado en estas bases de referencia”. Lo describe como un proceso bastante complejo y multinivel.
En cuanto al contenido científico, República Dominicana tiene un acceso extremadamente limitado a los diferentes sitios webs, confiesa Gómez Valenzuela. Estas plataformas no están disponibles para las universidades dominicanas en estos momentos, por lo se tiene un pobre impacto sustancial en la calidad de la educación superior y poder reunir los estándares internacionales. “No se puede publicar con calidad si los recursos a los que se tiene acceso son limitados, esto no permite hacer un buen trabajo, debes tener acceso a contenidos para poder un trabajo complejo”.
¿Cómo se mejora esto?
Es algo complicado, resalta Gómez Valenzuela, quien externa que a pesar de que en la actualidad, gracias al ‘open Access’, se puede acceder a muchos contenidos científicos sin costo alguno, no obstante, existen limitantes por cuestión de propiedad intelectual, calidad, pertenencia y rigurosidad. “Algunas universidades del país están en el lumbar en el desarrollo en del ámbito doctoral para hacer difusión científica de calidad, pero, se debe tener acceso a contenidos de calidad, para tener una calidad en el resultado, debido a que una cosa condiciona la otra”.
Tanto Cahue como Gómez Valenzuela fueron parte de los exponentes que participaron en el Encuentro Iberoamericano de Editores 2018. Este evento buscó proporcionar tanto a editores, investigadores y estudiantes de doctorados como docentes información transparente de cuáles son los requisitos y criterios fundamentales que se aplican a la hora de evaluar y seleccionar revistas para que sean incluidas como referentes de calidad para poder ser publicados en las plataformas encabezado por Cahue.
“He venido a explicar el proceso. El objetivo de mi intervención es educar, orientar e informar sobre lo que hay que hacer, cómo vamos a evaluar las revistas, qué esperamos ver en una publicación científica”, expresa Cahue.
El evento estuvo asociado al ‘Publisher Forum de Clarivate Analytics’ que se estuvo realizando paralelamente el pasado 20 de marzo en Filadelfia. Mien- tras que en el país se celebró los días 21 y 22 en la sede de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (Unphu) junto con el apoyo de otras casas de estudios como la Universidad APEC (Unapec), el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), la Universidad Iberoamericana (Unibe), la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (Pucmm) y la Fundación Innovati.
Además, en ambos días se presentaron representantes de ‘Clarivate Analytics’ del Norte, Centro y Sur de América e importantes editores y académicos de diferentes universidades del país.
Allí se habló sobre el estado de la publicación académica y científica en toda América Latina. Se abordó también la evaluación de los investigadores por parte de las instituciones en distintos países, y se analizaron los puntos fuertes y débiles de la publicación en español, desde países de habla hispana.
Lo logrado
Los resultados de este esfuerzo académico y científico repercuten en la sociedad, resalta Cahue porque dan como resultados descubrimientos en medicina, avances médicos, en la sociedad y educación. “Una vez esto se publica y se empieza a trabajar con esa información indudablemente la repercusión social es directamente proporcional, por eso es tan importante que se encauzen bien todos los esfuerzos, conocimientos y experiencias tanto del investigador como de las instituciones involucradas”, precisa.
Mientras que, Gómez Valenzuela plantea que la sociedad y el sistema de educación superior dominicano se deben plantear qué importancia y relevancia tiene para el país poder acceder como sistema a esos contenidos de altísima calidad, que impactaría en una mejor investigación y difusión científica, sobre todo en algo tan importante como el desarrollo, en el corto plazo o doctoral del país.
Asimismo indica que se debe profundizar y consolidar más la cultura de la producción científica profesional en las universidades, por diferentes razones como, por ejemplo, la identidad nacional y seguridad nacional. “¿Cuál es el sello?, ¿cuál es la marca de la identidad dominicana en el mundo de la ciencia? Esa marca identitaria es un elemento sustancialmente relevante para comenzar a consolidar una presencia en estos grandes depositarios globales que recogen la producción científica”.
Diferencia
Un dato importante es saber distinguir entre difusión y divulgación. Según Gómez Valenzuela en la literatura sobre gestión de conocimiento ambos reciben tratamientos distintos. Este último término se asocia más a la popularización de las ciencias, a la manera en la que el conocimiento científico se traduce para llegar al gran público.
En cambio, el ámbito de la difusión es básicamente los mecanismos, procesos y protocolos formales de colocar los productos de conocimientos en las redes y espacios que generalmente consultan otros investigadores.