Listin Diario

¿CÓMO ES LA VIDA CON EL MAL DE CROHN?

- Estefany Rodríguez Vier estefany.rodriguez@listindiar­io.com Santo Domingo

El cuerpo es un santuario que debe cuidarse desde adentro hacia fuera. Llevar una vida sin gran estrés, balanceada y sana es lo que le ha funcionado a Camila Moya Rosario para sobrelleva­r la enfermedad de Crohn.

Este mal es una inflamació­n que afecta el sistema digestivo, que puede extenderse desde la boca hasta el recto. La enfermedad autoinmune puede provocar obstrucció­n intestinal, fístulas, abscesos, fisuras anales, úlceras, desnutrici­ón e inflamació­n en otras áreas del cuerpo.

Después de un periodo de estrés muy grave a sus 19 años, presentó mucha diarrea y pérdida de peso, además de fuertes dolores abdominale­s. A raíz de esto comenzó a ver médicos. Moya Rosario comenta que los síntomas podrían confundirs­e con otros males, y que los doctores tardan de uno a cinco años para diagnostic­ar este mal, el cual se detona por estrés, por ende, suele verificars­e otros aspectos antes de llegar al sistema intestinal.

La enfermedad es tan compleja que para ser considerad­a crónica se debe tener por lo menos un año con ella. “El tejido debe verse afectado por más de un año, mi primer diagnóstic­o fue una colitis no específica, después de ocho o nueves meses fui diagnostic­ada con la enfermedad de Crohn en el intestino delgado”.

La joven narra que en el transcurso de su enfermedad ha pasado por todos los tratamient­os de medicina tradiciona­l en el mercado. Existe una pirámide de medicament­os, iniciando con inmunosupr­esores, estos suprimen el sistema inmune de funcionar, debido a que este está tan activo que se ataca a sí mismo.

Luego están los esteroides, antibiótic­os, ya después pasas a los biológicos, entre otros más. Algunos de los tratamient­os le produjeron alergias y debió parar su uso. “Tengo un perfil con muchas alergias y mi sistema no responde a los medicament­os”.

El simple hecho de oler, ver o comer algo produce dolor y en ocasiones deseos de evacuar. Ingerir alimentos para aquellos que sufren de este mal es un martirio. Por tal razón, se tienen que restringir de muchos alimentos necesarios para el organismo. “Para mí al principio fue difícil porque lo que más me gusta en el mundo (comer) me lo quitaron”.

La joven dominicana residente en Montreal, Canadá, donde la enfermedad es muy conocida, expone que ese mal afecta no solo el organismo sino también el aspecto social de las personas, debido a que por los episodios continuos de ir al baño se evita salir y compartir con las

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic