Puigdemont busca respaldo en su lucha desde Bruselas
Ante posibles cargos penales en España que lo mantendrían encarcelado durante décadas, el destituido presidente catalán Carles Puigdemont llevó ayer martes su esfuerzo separatista al corazón de Europa en un intento por proyectar a su movimiento como una víctima de persecución que merece respaldo internacional en su lucha contra Madrid.
En tanto, un juez español ordenó que Puigdemont y el resto de su gabinete disuelto comparezcan esta semana para ser interrogados como parte de una pesquisa por rebelión. Ya sea que se presenten o no, es posible que el juez decida el viernes si emite o no órdenes de arresto contra ellos.
Dos de los funcionarios volvieron el martes en la tarde a Barcelona, donde manifestantes que sostenían banderas españolas los insultaron y les gritaron “¡Larga vida a España!”. Una persona cercana a Puigdemont, que habló bajo condición de guardar el anonimato, dijo que el líder catalán permanece en la capital de Bélgica.
En una anticipada presentación ante la prensa internacional en Bruse- las, Puigdemont mantuvo su postura desafiante contra los incesantes esfuerzos del gobierno español por frenar sus ambiciones separatistas.
Su viaje no anunciado deja entrever que la ley española bloquea su camino al éxito, y que él perdió terreno ante el gobierno en Madrid al aceptar participar en una elección regional anticipada para el 21 de diciembre.
A pesar de que el intento de Puigdemont por establecer una nueva nación en Europa occidental luce cada vez más quijotesco, sus simpatizantes no dan indicios de flaquear, una profunda pasión que ilustra la razón por la que la disputa por Cataluña se ha prolongado durante tanto tiempo y difícilmente concluirá pronto.