CUIDE BIEN SUS OJITOS
Es importantísimo hacerse un examen de la vista, por lo menos una vez al año, así uno nunca haya tenido problemas visuales.
Así lo aseguran los profesionales de Ópticas Visión, por lo que nos atendieron para hablar del tema.
–¿Por qué es importante visitar al optometrista al menos una vez al año?
Las necesidades visuales pueden haber cambiado. Hay etapas en la vida, como el embarazo, por ejemplo, en las que pueden producirse cambios de visión rápidos, también a partir de los 40 años aparece la presbicia, esta patología visual afecta a prácticamente a toda la población, se sabe que hay un gran número de personas que debería usar anteojos, pero no lo hacen.
–¿El estado de los anteojos afecta?
Sí, porque han podido sufrir desperfectos que los hagan menos cómodos y, también, menos eficaces (se han podido rayar, por ejemplo).
Si se han caído alguna vez, se han guardado sin funda o limpiado con algún producto agresivo, no específico para lentes o, también, si se limpian en seco, las probabilidades de que se hayan visto deteriorados, aumentan.
–Si los ojos y los lentes están bien, ¿siempre hay que hacerse el examen?
Sí. Cuando no se ha dado ningún desperfecto en el aro o en los lentes que perjudique la visión y tampoco ha habido un cambio de graduación en varios años, también es vital realizar el examen de la vista de forma anual, solo los expertos pueden determinar la mejor recomendación para los pacientes.
–¿Cómo se identifican los problemas visuales?
Cuando la imagen no se forma correctamente en la retina, la visión es borrosa. Este tipo de defecto visual es llamado ametropía. Hay tres tipos de ametropía: miopía, hipermetropía y astigmatismo.
La miopía es un defecto visual causado porque el ojo es “muy largo”, esto significa que la distancia entre la córnea y la retina es demasiado larga.
En esos casos, la imagen se forma justo enfrente de la retina, lo que significa que un miope tiene problemas para ver cosas a la distancia, pero no de cerca. Mientras más miope sea la persona, más necesitará acercarse al objeto para distinguirlo claramente.