Güilas quebraron el chanchito
Matías y José Andrés Murillo son dos hermanitos que llevan el fútbol en la sangre y que admiran al portero Keylor Navas, por lo que no podían dejar pasar la oportunidad de ver al guardameta del PSG, que al menos se jaló un tapadón.
Ambos quebraron sus chanchitos para ayudar a su papá, Franklin Murillo, a comprar las carísimas entradas para el partido contra México.
Matías tenía ¢3 mil ahorrados y José Andrés, siete mil, muy poquito para los ¢180 mil que debía pagar por ambos, pero aún así, don Franklin decidió hacer el esfuerzo y jaló con un tío de los güilas a ver la mejenga. La broma les salió en ¢380 mil.
“Sencillamente mis hijos aman a Keylor. Nosotros vivimos en Ecuador y nos vinimos a visitar a la familia en San José, así que cuando mis hijos se dieron cuenta que Keylor iba a atajar me pidieron que los llevara al partido, pero yo les dije que las entradas estaban muy caras, por eso se fueron a quebrar sus chanchitos... Al ver eso, no pude decirles que no”, reconoció el tata.
La contentera de Matías y José Andrés en las afueras del Nacional era contagiosa.
Con ayuda de sus familiares se llevaron un rótulo en el cual le pedían a Keylor que les regalara la camiseta.
Alguien puede pensar que es imposible, pero ¿quién se atreve a quitarle la ilusión a un niño?
Alajueliteños lecheros. Carlos Rojas, Viviana Rojas, Carlos Rojas hijo y Gabriela Barrios, son cuatro alajueliteños que estaban como hormiga en popi, ya que se ganaron cuatro entradas para ver a la Sele.
“Imagínese que son ¢380 mil que ninguno de nosotros tiene para gastarlos en entradas, eso son como dos meses de alquiler, por eso estamos más que felices”, comentó Carlos hijo.
Llegaron desde las dos de la tarde para disfrutar de un partido que, según ellos, se les quedará tatuado en el corazón.
“Somos pocos los que veremos en vivo a la Sele, esto es para contarle a los nietos, es un partido que jamás lo vamos a olvidar. Somos privilegiados”, reconoce don Carlos.
Una vez que confirmaron que habían ganado las entradas les comentaron a sus familiares y amigos que habían ganado, pero nadie les creía, incluso les dijeron que si no mandaban un selfi dentro del estadio, nadie les creería.
De Tres Ríos. Luis Camacho, Natalia Acuña y Edisson Guzmán son de Tres Ríos y gracias a Plycem se ganaron unas entradas.
“Nos pasó lo mismo, nadie nos creyó que teníamos entradas para el estadio, de hecho, no conocemos a nadie que la haya comprado. Vamos a disfrutar en grande este gran regalo”, aseguró Edisson.
Yo les dije que las entradas estaban muy caras, por eso se fueron a quebrar sus chanchitos. No pude decirles que no”.
Franklin Murillo Papá