A JILL SE LE JUNTARON LOS MALES
La chef y presentadora del programa “¡Qué rico!” Jill Paer, sufrió este domingo una caída en su casa la cual le causó una fractura en el hueso calcáneo, que está ubicado en el talón de su pie derecho.
Con un amplio mensaje en su cuenta de Facebook, la exparticipante de “Tu cara me suena” comentó lo que le sucedió.
“Ayer (domingo) sufrí una caída desde tres metros de altura. Caí parada justo en el talón con todo el peso de mi cuerpo. Estaba parada en la tapia de mi casa cosechando una flor de itabo y una gran rama se quebró y me cayó encima, botándome.
Estoy fracturada. No sé exactamente cómo estoy todavía, pero todos me dicen que la fractura está muy fea y que tendré secuelas de por vida. Anoche no dormí. Pasé en un puro lloriqueo con gritos por el intenso dolor a pesar de estar enyesada y a pesar de tomar los medicamentos para el dolor que me recetaron. Luego les cuento toda la historia... pero cuando al fin pude llamar a mi papá, se vino corriendo y sin él quién sabe qué hubiera hecho”, explicó Paer.
Aseguró que el accidente se dio por la cantidad de preocupaciones que la están aquejando desde hace días, al igual que a todos los ticos.
“Antes de este accidente tenía mil preocupaciones y creo que la angustia que estaba sintiendo me hizo no tomar las medidas de seguridad requeridas. No sospeché que el palo me iba a caer encima, pero hay que prever cualquier peligro que pueda pasar amarrándose o teniendo un buen agarre. Recientemente muchas cosas negativas e inesperadas me ocurrieron muy rápidamente y traté de trabajar el doble para compensar por la terrible situación.
Al tratar de ser ‘Supermujer’ a todo vapor, ahora soy ‘Mujer en pausa’. Ahora ni sé cómo voy a hacer...”, comentó.
En cuanto a su estado de salud, afirma que ya se siente mejor, aunque solo puede caminar en muletas.
“Milagrosamente, hoy (lunes) amanecí sin dolor y bien de ánimo. Mi papá no lo podía creer... ni yo. Me vinieron a visitar dos amigos médicos y me han ayudado a comprender mejor mi condición.
Me duele casi todo el cuerpo... no por la caída, sino por no estar acostumbrada a arrastrarme por el piso. Hasta hoy comencé a usar muletas y eso hace que todo me duela también.
Por medio de WhatsApp Jill nos contó un poco todo lo que sufrió.
“Primero mi papá me llevó a la clínica de Pavas y estaba cerrada. Yo no aguantaba ningún movimiento del carro y tener que soportar hasta el hospital México me estaba matando. Casi dejo sordo a mi pobre papá por mis gritos. Llegamos y nos dijeron que allí no nos tocaba que era en el San Juan de Dios. Casi me muero cuando me dijeron eso. Me quejé tanto que aceptaron sacarme placas y me enyesaron. Me dijeron que definitivamente tengo que operarme y que me pondrían una platina, pero que tenía que ir al San Juan”, aseguró la presentadora.
Otro golpazo. Jill está muy afectada por lo que le está pa
sando, tanto con su salud como con su vida profesional.
“Mis heridas físicas y del alma están muy tiernas ahorita y estoy intentando mantener la calma y poco a poco ir solucionando. Una de las cosas que más me ha dolido es que, por el momento, no voy a poder hacer Qué Rico por Xpertv y Teletica”, dijo.
Como a la mayoría de espacios televisivos, el problema es un cuestión de plata.
“Los costos de producción son altos y requiere de muchísimo esfuerzo de mi parte. Algunos de mis clientes me llamaron diciendo que ya no podían seguir por la situación económica que estamos pasando debido al COVID-19. Sin suficiente apoyo económico, no puedo soportar tanto gasto. Ahora es cuestión de luchar para mí... me dicen que obligadamente tengo que pasar acostada un mínimo de dos meses o más... solo levantándome para ir al baño y asearme.
“Mi ‘recuperación’ va a ser de un mínimo de seis meses y habrá que ver con qué secuelas voy a quedar. A pesar de la condición en que me encuentro, pienso en hacer esto y lo otro, inventando maneras para salir adelante sin tener que moverme. Estoy dejándome en manos de Dios y sé que, de una forma u otra, voy a salir de esto”, agregó llena de motivación.