Gradería sur en Zapote
no tiene credibilidad.
“La investidura como representante del pueblo no puede desteñirse atropellando los derechos de los costarricenses, tratando de conocer sus vidas privadas, como se intentó con la UPAD, a mi criterio creo que, a como renunció de la Presidencia, debe irse de su curul”, dijo.
Fuera. La UPAD fue creada en octubre del 2019 vía decreto por el presidente Carlos Alvarado, pero fue el 17 de febrero de este año cuando se publicó en el diario oficial La Gaceta.
Un día después, los cuestionamientos iniciaron por el artículo 7 de ese decreto, que daba a entender que la UPAD podía solicitar información privada y confidencial de los ticos. Eso generó molestia en varios sectores que calificaron al grupo como una oficina de vigilancia de Casa Presidencial.
Este escándalo hizo que funcionarios de Presidencia y jerarcas de instituciones públicas renunciaran a sus cargos.
Junto a Morales se fueron el viceministro de Hacienda, Juan Alfaro, y el viceministro de Planificación, Luis Daniel Soto, quienes presentaron su renuncia el martes.
Alvarado también confirmó la renuncia de la jefa del despacho Presidencial, Felly Salas, y del coordinador de UPAD, Diego Fernández. El mandatario añadió que los otros dos integrantes de la UPAD, Andrés Villalobos y Alejandro Fernández, serán reubicados en instituciones del Poder Eje
cutivo.
Un zafarrancho en Casa Presidencial, con una ministra y dos periodistas como principales protagonistas se dio ayer luego de la conferencia de prensa donde se conoció la renuncia del ministro de la Presidencia, Víctor Morales.
El presidente de la República, Carlos Alvarado, solo respondió dos preguntas de la prensa y eso puso como un demonio al montón de comunicadores que llegaron a hacerle consultas al mandatario.
Cuando los dos periodistas (un hombre y una mujer) hicieron las preguntas, el presidente respondió, se levantó y se fue.
Entonces, los periodistas Carlos Mora de CRHoy y Tomás Gómez de El Observador hicieron ver su molestia, ante la poca apertura del Ejecutivo, sin embargo, a los comunicadores se les fue la mano en el tono de voz y con los gestos.
En ese alboroto de cuestionamientos, le consultaron a Marín que si iba a renunciar a su puesto, pero la ministra, molesta por el desorden y por el tono en el que le hicieron las consultas, se retiró del lugar.
“En esta falta de respeto y gritos, no le voy a atender a ninguno”, dijo muy molesta Marín.
Luego de eso, Mora y Gómez siguieron discutiendo, de forma altisonante y como si estuvieran en gradería sur, con Stephanie González, periodista de Presidencia que se quedó calmando las aguas.