Infierno en el paraíso
PUEBLO GRIEGO DE ABUELOS Y NIETOS LLENO DE MUERTE Y CENIZAS
Los rostros de las mellizas de nueveañosVassiliki y Sofia, desaparecidas durante los terribles incendios en las afueras de Atenas, están por todos lados. Iban a disfrutar en un sitio paradisiaco de un día de verano con sus abuelos, que al igual que ellas siguen desaparecidos.
Los abuelos Philippopoulou y sus nietas, Vassiliki y Sofia, llegaron a Mati. El abuelo avisó a su hijo de que cambiarían su trayecto acausa del inicio de los incendios, explica Yitanis, el papá.
Las caras de sus hijas mellizas y de los abuelos aparecen en una página web creada por voluntarios, en la que también están las fotografías de otros 23 desaparecidos que fueron transmitidas por sus familiares.
No obstante, aún se desconoce el número exacto de desaparecidos 48 horas después de que los incendios calcinaran parte de la ciudad de Mati, en la costa este de Grecia. El balance de muertos se elevó este miércoles hasta 81 personas.
Mati es un lugar de descanso para el fin de semana. En esta localidad, a una hora de Atenas, se encuentran numerosas residencias donde parejas de jubilados disfrutan del verano con sus nietos.
“Lo más importante es que Katerina esté sana y salva”, asegura aliviado Yannis Tsaganou Profotou, 88 años, mientras observa a su nieta de nueve años, delante de su casa que quedó prácticamente intacta. La niña cuenta la huida fre- nética en el vehículo, las calles llenas de humo y su llegada a un hotel a la par del mar donde se refugiaron. Dice que “lloraba mucho”.
Su abuela, Sophia, recuerda el fallecimiento trágico de otra pareja que murió calcinada en su casa. La abuela salvó a sus dos nietos protegiéndolos con toallas mojadas y dejando que su niñera se los llevara a la playa, mientras ella se quedaba en la casa con su marido discapacitado.
Buscan en la morgue. Los familiares desesperados que buscaban a sus seres queridos desaparecidos en los incendios más letales de Grecia en décadas se dirigían este jueves a la morgue de Atenas, mientras rescatistas y voluntarios continuaban rastreando tierra y mar para dar con posibles nuevas víctimas.
Quienes llegaban a la morgue recibían información sobre los pasos a seguir para identificar a desaparecidos y fallecidos, incluyendo la entrega de muestras de ADN y registros dentales.
El incendio del noreste de Atenas, en la zona de Rafina, localidad costera de viviendas permanentes y vacacionales, se desató el lunes y se extendió rápidamente avivado por los fuertes vientos huracanados.
Cientos de personas huyeron a las playas cercanas, y muchas se lanzaron a nadar para huir de las feroces llamas y el asfixiante humo. Docenas pasaron horas en el agua antes de ser rescatados por buques de la guardia costera, embarcaciones de pesca o transbordadores que pasaban por la zona. Varios de los muertos en la tragedia se ahogaron.
La zona más afectada Mati, donde se encontró a lamayoría de las víctimas, incluyendo a 26 personas que estabanrefugiadas juntas, muchas de ellas abrazadas.
La mayoría de los cuerpos están muy calcinados.
María Saridou llegó a la morgue con su hijo para depositar una muestra de ADN. Buscaban a Eleni, la hermana de 55 años de Saridou, que había ido a nadar con un amigo quien sobrevivió con quemaduras leves en los pies.
“Solo queremos encontrarla”, dijo el hijo de Saridou, Asot Kostoyan. “Solo hallarla, nada más”.