Carrera invisible
NANOCARROS A PISTA
A fines de abril habrá una carrera automovilística internacional como si fuera de ciencia ficción, pero será muy real.
Cuatro “bólidos” invisibles a simple vista, compuestos por unos pocos cientos de átomos, competirán en Francia en una pista 50.000 veces más delgada que la línea dibujada por un lapicero.
Organizada por el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS), la “Nanocar Race” se desarrollará durante 36 horas, los días 28 y 29 de abril en Toulouse. Podrá seguirse en directo a través de Youtube.
La nanotecnología que se dedica al diseño y manipulación de la materia a nivel de átomos o moléculas, con fines industriales o médicos, entre otros.
“¡Es una primicia mundial!”, exclama Christian Joachim, director de investigación del CNRS, quien tuvo la idea de esta competición entre “autos-moléculas”.
Estos “nanocoches” avanzan con la energía de un impulso eléctrico, proporcionado por un microscopio que utiliza un fenómeno de la mecánica cuántica, el “efecto túnel”.
Esta iniciativa no es sólo la de los estudiosos apasionados que se divertirán jugando a los autos, sino que los investigadores esperan que se saquen numerosas lecciones en el transcurso de la carrera.
“El objetivo es intentar controlar el movimiento mecánico de una molé- cula de unos pocos nanómetros. El día que lo logremos, se podrán crear motores hiperminiaturizados que tendrán todo tipo de aplicaciones”, dice Joachim.
De nueve competidores inscritos, los organizadores preseleccionaron a seis que estarán presentes en Toulouse durante unos diez días antes de la carrera, para realizar los últimos entrenamientos. Habrá un equipo francés, un alemán, un japonés, un suizo, un estadounidense y un austriaco-estadounidense.
Los organizadores deberán eliminar dos equipos debido a que la pista dispone de cuatro carriles. Todo se desarrollará a escala del nanómetro -es decir una mil millonésima parte de un metro.
Los nanoautos miden entre “1 y 3 nanómetros, todo incluido”, precisa Joachim.
Estas moléculas orgánicas sintetizadas por químicos pueden contar con motores, chasis, ruedas o pedales, según las versiones escogidas por los equipos.
Los bólidos se colocarán en una pista de oro que deberá estar inmaculada. La mínima pizca de polvo podría estropearlo todo.
La sala del microscopio en la que se desarrolla la carrera será enfriada a -269º C.