Masacre desgarró alpueblo
HOY SE CUMPLE UN AÑO DEL BRUTAL ASESINATO DE UNA FAMILIA EN MATAPALO
en el que se respiraba tranquilidad cambió por completo hoy hace un año cuando un monstruo asesinó a una familia.
La casa en la que vivían los Beauchamp, en Matapalo de Santa Cruz, Guanacaste, está abandonada y es tan solo un recuerdo de dolor, miedo ymucha tristezapara los vecinos.
La propiedad está en custodia hasta que los tribunales decidan a quién le corresponde.
El 16 de febrero del 2016 hallaron los cuerpos de Jessica Durán, de 39 años; su esposo, Dirk Beauchamp, de 57 años; sus hijos Jack, Shantall y Allisson, de 8 años, 6 años y 12 años. Sobrevivieron una pequeña de un año y otra de seis años.
El asesino fue Michael Adrián Salmerón, quien vivía con ellos y ahora descuenta 30 años de prisión en Nicaragua.
Los vecinos extrañan ver jugar a los tres pequeños, a quienes les decían “los gringuitos”. Todas las tardes estaban en la plaza, a un kilómetro de su casa, no había día que su papá no los llevara a pie o en bicicleta. Sus cabellos rubios los diferenciaban de los otros niños de la zona.
“Esos chiquitos solo inspiraban ternura, uno los veía correr siempre, eran muy lindos”, dijo la vecina María de los Ángeles Suárez.
La paz no solo la perdieron los lugareños, sino hasta los turistas que han llegado y se aterrorizan al saber lo ocurrido por lo que prefieren jalar antes de pensar en Mata- palo en una opción para vivir.
“Vendo pipas y en las noches tengo que pasar por la casa donde ocurrieron los asesinatos y la verdad me da una sensación fea y hasta siento frío, esto fue muy duro para todo el pueblo”, dijo el vecino Carlos Obando.
En la comunidad esperaban tener más seguridad por lo ocurrido, pero solo cuentan con un policía para cada turno y la Policía Turística pasa una vez al día en el recorrido por la zona costera.
Las consecuencias de lamuerte de la familia han dejado mucho desconsuelo.
Desde que los pequeños murie- ron, la maestra de la escuela de música, una canadiense que incluso les dabaclases a esos niños, jaló del país.
Ella les tenía tanto cariño que después del crimen seguía escuchando la música que ellos tocaban como si estuviesen allí y prefirió irse. “La gente escucha ruido de vez en cuando de noche en la sala de música, dicen que se oyen las pianicas que soplabanlos niños, fue algo triste lo que pasó para este pueblo”, dijo la vecina Anabelle López. En la escuela de Matapalo, los compañeritos recuerdan con gran tristeza a sus amiguitos. Ellos aún reciben tratamiento psicológico para superar la ausencia de los machitos.
“Ellos eran muy cariñosos, siempre estaban alegres, cuando me veían me saludaban y me abrazaban, la verdad es que los extraño mucho, ellos eran mis niños”, expresó Kathia García, maestra de los fallecidos.
Entre los detalles quehansurgido sobre el caso están que la mujer había pedido ayuda a la Policía el 13 de febrero (un día antes del crimen), porque Salmerón la estaba agrediendo, pero al llegar los oficiales nadie salió y todo estaba oscuro, por lo que no se pudo hacer nada para ayudarles. El ataque ocurrió entre la noche del Día de los Enamorados y el 15 de febrero.
Las dos pequeñas sobrevivientes estánen manosdel PANI. La pequeña de cinco años vive con una familia provisional y la de un año (que sería hija de Salmerón) está en uno de los albergues.
Aunque en la comunidad quieren olvidar lo ocurrido aseguran que todo está muy reciente. Hoy el pueblo hará una cadena de oración en la ermita deMatapalo para enviar un llamado de paz y pedir por la familia.