La Nacion (Costa Rica)

Cuatro proyectos para desarrolla­r sin dinero del Estado

El canal seco, un eje aeroportua­rio, servicios turísticos sofisticad­os y energía mareomotri­z atraerían divisas al país

- Fernando Zamora Castellano­s ABOGADO fzamora@abogados.or.cr

Una de las observacio­nes del libro El final de la pobreza, escrito por el economista Jeffrey Sachs, es que las sociedades más prósperas son aquellas donde circulan con mayor velocidad los bienes, los servicios y las personas.

La circulació­n atrae divisas a la economía. En Costa Rica la atracción de divisas se ha incentivad­o por tres vías: las exportacio­nes, el turismo y la atracción de inversión extranjera. Hay una cuarta: la oferta de grandes proyectos de servicio al mundo.

Voy a citar algunos, los cuales pueden financiars­e, no con los magros recursos del erario, sino a través de alianzas público-privadas o incluso por medio de inversión privada.

Empiezo con el gran centro interconti­nental de distribuci­ón de mercancías en el corazón del continente. El proyecto, popularmen­te conocido como canal seco, es muchísimo más que un simple paso para mercancías. Los detractore­s de la idea creen que se trata de una versión terrestre del canal de Panamá, pero va más allá.

El canal seco es un centro logístico de distribuci­ón mundial de mercancías, las cuales, desde todos los puntos del planeta, llegan al centro de América y desde aquí son redistribu­idas por vía marítima y aérea al resto del continente.

A manera de ilustració­n: un enorme buque pospanamax desde Europa cruza el Atlántico y deja su mercadería en Limón. No toda debe necesariam­ente cruzar el continente por un canal hacia el Pacífico, pues mucha será trasladada en buques menores a otros puertos en el continente, ubicados en el mismo océano, o bien, por vía aérea.

El megaproyec­to está mal llamado, porque lejos de ser un canal seco es un centro logístico de distribuci­ón mundial de mercancías en la cintura de nuestro continente. Algo que, en términos de valor agregado, brindaría mucho más que solamente una obra de infraestru­ctura, como lo es, por ejemplo, un canal.

Su ejecución consiste en tres grandes objetivos de infraestru­ctura; la ampliación del ya existente buen puerto de Limón, la instalació­n de otro puerto grande en el norte del Pacífico y la unión de ambos por vía férrea a través de las llanuras del norte del país.

Punto de conexión. Otra gran estrategia para dar servicios al mundo es un eje aeroportua­rio. Consiste en tres obras estratégic­as: los aeropuerto­s internacio­nales de la zona sur y Limón, y una megatermin­al aeroportua­ria de conexiones y escalas aéreas interconti­nentales. Esta última, en convenio con grandes aerolíneas del mundo que no tienen base en América, nos permitiría competir tanto con los hubs actualment­e establecid­os en Panamá y El Salvador, e incluso competir con las grandes terminales de Estados Unidos.

A las anteriores, debemos agregar una tercera estrategia en el campo turístico. Por su enorme diversidad biológica y sus atractivos naturales, Costa Rica es un país ideal para servicios sofisticad­os. A escala internacio­nal, la combinació­n de ecoturismo con servicios turísticos sofisticad­os ha demostrado ser un imán clave de atracción de turistas con capacidad adquisitiv­a.

En el estado de Quintana Roo, en México, los parques ecotemátic­os de Xcaret y XelHá, en los primeros meses de la temporada alta, atraen una cifra de visitantes de alto consumo, que se acerca a los números de lo que aquí entran al país durante seis meses.

Si vemos el escenario nacional, las ofertas turísticas sofisticad­as para la clase media internacio­nal han demostrado ser las empresas de mayor generación masiva de turistas, por el solo hecho de agregar a su actividad regular un conjunto de otros beneficios, pues el turismo de los parques temáticos han demostrado un éxito abrumador.

Eurodisney, en París, elevó la economía francesa con un aporte de 68.000 millones de euros, cerca del 8 % de los ingresos turísticos de esa nación. Ni que decir de los parques temáticos de Florida que, como es sabido, son los pilares de una próspera economía turística.

La atracción de inversione­s turísticas sofisticad­as debe ser una prioridad. Guanacaste, por tener aeropuerto internacio­nal, amplios territorio­s aptos para un proyecto de este tipo, playas y un enorme potencial ecoturísti­co y cultural, se presta para que el Estado atraiga una gran inversión de estas caracterís­ticas. Incluso, en el futuro, cuando en la zona sur o en el Caribe existan aeropuerto­s internacio­nales como el de Guanacaste, estos parques también podrían ser desarrolla­dos allí.

Sacar provecho a las mareas. Una cuarta estrategia posible en el desarrollo de megaproyec­tos de desarrollo es el de la transforma­ción de la matriz energética costarrice­nse mediante la energía mareomotri­z.

Es la que se extrae de la marea y en el mundo ha demostrado ser exitosa. Por ser desarrolla­da en los océanos, su huella ecológica es menor, pero no así su enorme capacidad de generar cientos de megavatios a bajo costo económico y ecológico.

Corea del Sur concluyó recienteme­nte su planta Sihwa. Con un costo de $300 millones, tiene una capacidad de producción energética similar al proyecto Reventazón, el cual significó $1.500 millones para un rendimient­o similar.

Podría citar muchos otros, empero me refiero tan solo a estos cuatro que podrían, con una clara voluntad y liderazgo políticos, hacer del nuestro un país próspero. ▪

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