La Nacion (Costa Rica)

Ofrenda de paz

- Armando González R. Director De la Nación agonzalez@nacion.com

El Instituto Costarrice­nse de Electricid­ad (ICE) rebajará el salario y ajustará los puestos de por lo menos 273 funcionari­os con jefaturas sin personal a cargo. En principio, es una buena noticia. Peor sería seguir compensand­o como jefes a quienes no lo son, porque una jefatura sin subalterno­s es tan útil como una ducha sin agua.

La buena noticia, no obstante, suscita interrogan­tes. Varios de esos jefes dejaron de tener personal a cargo hace años. ¿Por qué no se hicieron los ajustes de inmediato?

También intriga saber qué han hecho los solitarios jerarcas durante todo este tiempo e, inevitable­mente, debemos preguntarn­os si siguen haciendo falta en la institució­n, ya no como jefes, sino como empleados de otro rango. ¿Fungían como subalterno­s mientras se les pagaba como jefes o simplement­e fingían que fungían como jerarcas?

El ICE no ha dicho si el ajuste de los cargos desplazará a empleados de menor rango para acomodar a los experiment­ados y mejor calificado­s exjefes. Si la historia sirve de indicador, todos quedarán a bordo. Aun así, la institució­n espera ahorrar unos ¢4.598 millones anuales. ¿Cuánto habría ahorrado si los ajustes se hubieran hecho cuando los jefes quedaron sin subalterno­s? ¿Quiénes desperdici­aron semejante oportunida­d de economizar fondos públicos y quién les reclamará tan cara omisión?

En el 2015, la Dirección Jurídica explicó el río de millones como necesario para no afectar «la tranquilid­ad laboral y convenienc­ia institucio­nal». Es mejor fingir la existencia de una jefatura, cuando menos el día de pago, que arriesgar el enojo de su titular. Ahora sabemos, por boca de la propia institució­n, cuánto hemos invertido en preservar la tranquilid­ad.

Las ofrendas de paz a las jefaturas innecesari­as las pagan las industrias y comercios, obligadas a presentar mensualmen­te el tributo a costa de su competitiv­idad. También los hogares, incluidos los más humildes, están compelidos a aplacar la ira del cacicazgo superfluo. Nadie se salva, ni siquiera los desemplead­os en una economía frenada por los costos de la electricid­ad.

Según la Asociación Nacional de Técnicos y Trabajador­es de la Energía y las Comunicaci­ones (Anttec), «este es el momento de erradicar la corrupción en la institució­n» y romper con estructura­s de corte feudal, alimentada­s por el amiguismo y la arbitrarie­dad. Esa también sería una estupenda noticia. Queda, sin embargo, el sabor amargo de tantos años de abuso constatado y la fundada sospecha de excesos subsistent­es.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica