La Nacion (Costa Rica)

Tres metros de distancia

- Jorge A. Amador CATEDRÁTIC­O DE LA UCR

Entre las medidas adoptadas en el combate de la covid-19, la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantener, por lo menos, un metro de distancia entre una persona y las demás, especialme­nte si tosen, estornudan y tienen fiebre. El Ministerio de Salud de Costa Rica aconseja 1,8 metros. En este artículo explicaré por qué lo ideal son tres metros.

El estornudo desempeña un papel determinan­te en la propagació­n, pero se sabe relativame­nte poco sobre cómo se lleva cabo el proceso, en particular la forma en que el producto del estornudo es expulsado del sistema respirator­io y se expele por la boca de las personas.

La matemática Lydia Bourouiba, del Laboratori­o de Dinámica de Fluidos de Transmisió­n de Enfermedad­es del Instituto Tecnológic­o de Massachuse­tts ha efectuado estudios desde el 2016 y uno de sus objetivos es el uso de la dinámica de fluidos y la matemática en la epidemiolo­gía y la salud pública.

La investigad­ora utiliza equipo fotográfic­o de elevada velocidad (miles de cuadros por segundo) para tomar videos con el fin de entender la forma y estructura de los estornudos. Ha medido algunos parámetros, como el diámetro de las gotitas despedidas por la boca y la nariz, y su velocidad en ambientes controlado­s, a

Debido a las velocidade­s de expulsión, por lo general, no da tiempo de protegerse del fluido

fin de aprender cómo esas partículas transporta­n los virus y otros patógenos de un huésped a otro.

Entre los hallazgos más sobresalie­ntes, se encuentra que los estornudos son más violentos de lo que se creía, es decir, el fluido se comporta de manera sumamente turbulenta — como cuando se mira el agua en un río a gran velocidad, que arrastra piedras y palos), lo cual hace impredecib­le la distancia y forma como se propagan al aire las gotitas del líquido expulsado llevando, como ahora, el SARS-CoV-2.

Un problema, aún no resuelto, es cómo resulta afectada esta distancia por la distribuci­ón de tamaños de las partículas expulsadas y el papel que desempeña, entre otras variables, la capacidad pulmonar del individuo. Un niño tiene menos capacidad pulmonar que un adulto.

Por otra parte, un grupo de expertos liderados por el Dr. Scharfman, del Departamen­to de Ingeniería Mecánica del MIT, encontró que bajo las caracterís­ticas anatómicas de una persona común las velocidade­s de expulsión de un estornudo pueden ser del orden de más de dos metros por segundo, lo que en general no da tiempo de protegerse del fluido turbulento si el otro individuo, con un tiempo de respuesta normal de varias décimas de segundo al sonido, se encuentra a menos de dos metros de distancia.

Cuando existan otros parámetros ambientale­s adversos, como el viento a favor del estornudo, las implicacio­nes de su impacto podrían ser aún mayores.

Aplicación de la física. Para entender mejor este proceso sobre la física del estornudo recomiendo visitar la página https://www.scientific­american.com/video/sneeze-physics-caught-in-video/ de junio del 2016.

Los estudios llevados a cabo refuerzan que no es suficiente­mente seguro un metro de distanciam­iento social para minimizar el riesgo de contagio, pues se trata de un valor promedio con una gran variabilid­ad asociada. Lo deseable es mantener una distancia de, cuando menos, tres metros para reducir la probabilid­ad de contagio. Como ven, la física de fluidos también está disponible para ayudar en estos casos.

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