Indigentes llevaban droga a cárceles en los genitales
Banda golpeaba a mendigos si se negaban a cooperar
Un grupo criminal forzaba a indigentes a ocultar celulares o droga en sus genitales, para luego introducirlos en diferentes cárceles del país.
Por esos hechos, la Fiscalía Adjunta del Segundo Circuito Judicial de San José detuvo a cuatro personas: dos hombres, de apellidos Madrigal Quirós y López Badilla, así como dos mujeres, apellidadas Quirós Corrales y Madrigal Quirós.
A ellos se les señala como sospechosos de los presuntos delitos de trata de personas, violación calificada y privación de libertad agravada, confirmó el Ministerio Público por medio de su oficina de prensa.
Las capturas ocurrieron la tarde y noche del viernes pasado en Dulce Nombre de Coronado, luego de que allanaran una vivienda en esa comunidad; sin embargo, la información fue confirmada hasta este martes 24 de setiembre.
Tras la solicitud de la Fiscalía, el sábado, el Juzgado Penal impuso tres meses de prisión preventiva a los cuatro sospechosos.
El caso se tramita bajo el expediente 19-004173-057-PE.
Por ropa y comida. La Fiscalía comunicó que la investigación está en su etapa inicial, por lo que de momento, no se tiene el detalle de cuántas personas habrían reclutado ni desde hace cuánto operaba la organización.
Trascendió que los detenidos localizaban a estas personas, las llevaban engañadas hasta una vivienda en Coronado, les ofrecían ropa y comida y luego las forzaban a introducirse los aparatos o la mercancía.
Después, los enviaban a centros penales, como el Centro de Atención Integral (CAI) Jorge Arturo Montero Castro, conocida como La Reforma, en San Rafael de Alajuela.
Se consultó a la Fiscalía a cuáles prisiones llevaban a los indigentes, pero esta entidad indicó que no era “posible detallar al respecto, pues se trata de información privada dentro de la investigación”.
Tampoco se conoció si entre los detenidos figuraba el líder, o si aún faltan más capturas para desarticular la banda criminal.
El caso. El Ministerio de Justicia informó de que este asunto está ligado a la detención de tres personas que hizo la Policía Penitenciaria el 26 de agosto.
En ese momento, los oficiales capturaron a dos hombres y una mujer por golpear a un sujeto que se negaba a introducir celulares a la cárcel Luis Paulino Mora, ubicada en Alajuela.
Según esa cartera, el individuo estaba haciendo fila para ingresar como visitante, pero en un momento dado se retiró.
Minutos después, la persona regresó al puesto policial para solicitar ayuda, pues, según dijo, quienes lo llevaron hasta allí lo habían agredido porque se negó a meter los aparatos a esa prisión.
Las detenciones de la semana pasada ocurren mientras las autoridades penitenciarias luchan para evitar que los reos tengan acceso a celulares, debido a que los reclusos los usan para cometer estafas millonarias, o bien, para tener contacto con el exterior y mantener vigente su célula criminal.
De hecho, según el Ministerio de Justicia, hay reclusos que pagan hasta ¢800.000 por un aparato móvil.
“Debido a que la causa penal se abrió recientemente, este y otros detalles se mantienen en investigación”, insistió el Ministerio Público.
Utilizados. Este no es el primer caso en el que un grupo o una persona utiliza a indigentes para fines delictivos o para explotarlos laboralmente.
En uno de los casos más recientes, Miguel Ángel Arley Acuña, conocido como Matapobres, fue condenado a 45 años de cárcel por cuatro delitos de trata de personas con fines de explotación laboral. La sentencia fue dictada en febrero pasado.
En el debate se comprobó que el sujeto esclavizó a tres hombres y a una mujer y los obligó a realizar trabajos de construcción y labores domésticas.
Tampoco les daba alimentación y los tenía amenazados.
A cambio de ese trabajo, él les ofrecía droga.
Según se juzgó, Arley reclutó a los indigentes que deambulaban por la zona roja en San José, en el 2017.
Las víctimas permanecieron en “cautiverio” por un tiempo aproximado de 26 días, hasta que una de ellas logró escapar y denunció los hechos ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).