Ceniza del Turrialba demoró vuelos en el Juan Santamaría
→ Al menos cinco operaciones se vieron afectadas por materiales volcánicos
La presencia de ceniza en la vecindad del aeropuerto Juan Santamaría afectó, este miércoles, la salida de al menos cinco vuelos, confirmaron la Dirección General de Aviación Civil y la Dirección de Operaciones de Aeris, gestor interesado de la terminal.
Sufrieron retrasos dos vuelos de American Airlines hacia Florida (2436 y 1204), otros dos de Copa Airlines hacia Panamá (193 y 164), y uno de Avianca a Guatemala (738).
Todos despegaron cuando mejoraron las condiciones atmosféricas, según reportes independientes de Aeris y Aviación Civil.
Además, una aeronave de Copa Airlines (vuelo 392) procedente de Panamá fue desviado hacia Liberia.
La Dirección de Operaciones de Aeris recalcó que el aeropuerto mantuvo sus operaciones con absoluta normalidad. Sin embargo, recordó que son las aerolíneas las que evalúan las condiciones del tiempo y deciden si las naves despegan o los vuelos entrantes se desvían a otras terminales cercanas.
La situación de este miércoles sobrevino luego de una alerta del Instituto Meteorológico Nacional (IMN) debido a un pronóstico de dispersión de ceniza debido a una erupción en el volcán Turrialba.
Según ese reporte, válido hasta el mediodía de este miércoles, esa dispersión de cenizas osciló entre los 3.500 y hasta 5.000 metros sobre el nivel del mar debido a erupciones superiores a los 500 metros en el macizo del Turrialba.
Esta es la primera ocasión en el 2018 en que las cenizas del volcán afectan vuelos en el Juan Santamaría. En cambio, durante los años 2016 y 2017 hubo varias afectaciones en cada uno.
Normal. Lugares como Coronado, Curridabat, Escazú, San Rafael de Alajuela, Belén y algunas partes de Guadalupe, entre otros, reportaron este miércoles la presencia de cenizas finas del Turrialba.
Los vulcanólogos de la Red Sismológica Nacional (RSN) Mauricio Mora y Guillermo Alvarado, afirmaron que más allá de algún cambio en el comportamiento volcánico, otros factores meteorológicos potenciaron el avance de la ceniza.
“Lo que se ha venido presentando es parte de todo el proceso que hemos venido observando. No se sale de la norma. Es una erupción relativamente persistente que no sabemos a qué hora de la madrugada comenzó, porque son pulsos”, dijo Mora.
Como el viento se enrumbó hacia el suroeste, la pluma llegó al Valle Central; sin embargo, no hubo gran afectación por ceniza y el Juan Santamaría siguió operando normalmente, pese al retraso que afrontaron los cinco vuelos.
La emisión de ceniza siguió de manera continua durante la tarde, con columnas que alcanzaron los 500 metros por encima del cráter.
Desde el 2016, el volcán tiene un sistema abierto, es decir, la chimenea no tiene obstáculos, pues fueron removidos con las erupciones más fuertes, que alcanzaron más de tres kilómetros de altura y obligaron a dictar alertas, a cerrar escuelas y afectaron la operación de los aeropuertos.
En los últimos dos meses hubo un aumento en las erupciones pasivas, incluyendo un par de eventos explosivos surgidos sin mayor aviso, pero desde el punto de vista sísmico, el volcán se mantiene sin que por ahora tienda a evolucionar a algo más grande, sostuvo Mora.
Guillermo Alvarado afirmó que todo este año el volcán Turrialba ha emitido ceniza y solo unas cinco veces ha llegado al Valle Central, con excepción del Pacífico sur.
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