Rendimientos al alza en EE. UU. dificultan captación de Hacienda
→Esta situación obliga al país a ofrecer tasas más altas por sus bonos →Diputado del PUSC cuestiona figura de contrato de colocación
Justo cuando el Ministerio de Hacienda abrió la recepción de ofertas para hacer una nueva colocación de bonos, en EE. UU. se desató una masiva venta de valores del Tesoro.
¿Qué tiene que ver un hecho con el otro? Que ahora los inversionistas están atraídos por los buenos rendimientos en Estados Unidos y a Hacienda le será más difícil vender sus emisiones.
Esta coincidencia podría elevar el rendimiento que los inversionistas exijan al Ministerio de Hacienda para comprar sus bonos.
La venta de emisiones del Tesoro de Estados Unidos surge a raíz de los buenos resultados económicos de ese país, que hacen prever a los ahorrantes que la Reserva Federal (el banco central estadounidense) subirá las tasas de interés para evitar presiones en la inflación (pues con la mejora económica las personas consumen más).
Cuando las personas venden los bonos más baratos, quienes los compran obtienen un mayor rendimiento, pues invierten menos y ganan la tasa de interés original del instrumento y, por eso, esta situación ha generado un alza en las rentabilidades.
El rendimiento del bono del Tesoro de Estados Unidos pasó de 2,93%, el 10 de setiembre pasado, a 3,22%, este miércoles 10 de octubre.
Resultado. Pero no solo los rendimientos de los bonos de EE. UU. suben, sino también los de los otros países para mantener su atractivo para los ahorrantes y entre ellos están los bonos de deuda externa de Costa Rica.
De acuerdo con información proporcionada por Douglas Montero, director de Aldesa Fondos de Inversión, con base en un promedio que publica Bloomberg, el rendimiento del bono de deuda externa de Costa Rica que vence en el 2025, alcanzó el martes 9 de octubre un 6,40%, cuando el 17 de setiembre pasado fue de 5,95%.
Precisamente, esta semana el Ministerio de Hacienda comenzó a recibir ofertas para un nuevo contrato de colocación de deuda interna.
Mediante esta figura, los puestos de bolsa locales pueden hacer ofertas por un mínimo de $100 millones, para adquirir bonos del Ministerio del Hacienda, los cuales luego pueden vender a inversionistas extranjeros.
El Ministerio de Hacienda procura vender estos bonos con la menor tasa de interés posible para recaudar los recursos que requiere para atender los gastos de fin de año y cancelar en diciembre los ¢498.000 millones que obtuvo del Banco Central, por medio de la colocación de letras del tesoro.
José Rafael Brenes, gerente de la Bolsa Nacional de Valores, prevé que este incremento será un factor de peso en las decisiones de los ahorrantes.
A esta dificultad que afronta ahora el Ministerio de Hacienda, también se suma el cuestionamiento del diputado socialcristiano Pedro Muñoz, quien anunció que presentará una consulta a la Procuraduría General de la República sobre la utilización de la figura del contrato de colocación.
Muñoz duda de esta figura, porque, aunque se trata de una colocación de deuda interna, dentro del país no hay inversionistas que puedan poner esa cantidad de dinero (mínimo $100 millones) y, por lo tanto, serán los extranjeros los que terminarán comprando los bonos.
Según Muñoz, la figura viola el inciso 15 del artículo 121 de la Constitución Política, el cual señala que para contratar empréstitos en el exterior, se requiere la aprobación de la Asamblea Legislativa con la votación de dos terceras partes.
El Ministerio de Hacienda ha explicado que el instrumento se apega a la legislación vigente.
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Los precios de los bonos internacionales bajan estrepitosamente, tras la euforia generada por los crecientes rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, instrumentos que utiliza este país para emitir deuda pública y recaudar dinero.
¿Qué hay detrás de este comportamiento? Por un lado, existe un efecto de oferta y demanda en los mercados y su impacto en el comportamiento de los rendimientos.
Estados Unidos recurre a más a subastas para atender sus obligaciones y en los últimos eventos ha incrementado las tasas de interés que ofrece. Sin embargo, al mismo tiempo, la demanda de los bonos del Tesoro había bajado.
La demanda disminuyó porque la Reserva Federal no está comprando bonos y los bancos no inyectan el mismo nivel de liquidez.
Además, se ha dado una corrida de inversionistas y esto impactó al alza el rendimiento del Tesoro. La semana pasada, los títulos de referencia a 10 años superaron el rendimiento del 3%, cifra no vista desde el 2011.
Cuando las tasas de los bonos del Tesoro se incrementan, las emisiones en mercados emergentes reducen su atractivo, debido a que el diferencial de tasas se reduce.
Así, los inversionistas venden de forma masiva los bonos en los mercados bursátiles del mundo y, a cambio, recurren a bonos más seguros.
Como resultado, los precios de bonos de varios países en vías de desarrollo llegaron a niveles históricamente bajos. Mientras, los rendimientos, que siempre actúan en la línea adversa, aumentan.
Eso hace que los capitales salgan de países emergentes e ingresen a Estados Unidos, lo que fortalece el dólar y debilita las otras monedas.
En el caso de Costa Rica, el alza de los rendimientos internacionales incrementa el costo del endeudamiento externo del Gobierno Central.
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