Cambio de realidad
Alguien sufre porque tiene un jefe -o un pariente- difícil. ¿Puede cambiar esa realidad? Si espera cambiar a esa a esa persona a corto plazo, está en un camino equivocado. ¿Cuál sería un mejor enfoque a corto plazo? Puede ir a otra empresa, o evitar el contacto con el pariente, ambos enfoques tendrán consecuencias. Un camino más promisorio es preguntarse de qué maneras puede reducir el malestar.
Produce más molestia el comportamiento de la persona irritante cuando lo recibimos en medio de “deberías”: debería ser más justa o más cortés, o menos amargada. Cuando desde dentro aceptamos que es como es, el malestar disminuye.
Es interesante también determinar si con el malestar que nos produce no estamos obteniendo lo que se denomina una ganancia secundaria. Nos sentimos víctimas dignas de solidaridad y entonces de una cierta manera, coleccionamos agravios para obtener ganancia. O el agravio que sufrimos nos acerca a otros quienes también los sufren y así nos hace formar parte de un grupo que comparte sentimientos muy profundos y que tiene tema de conversación a la hora del café.
A palabras necias, oídos sordos. Lema difícil de aplicar, pero que puede resultar muy eficaz. Es aplicarle una tasa de devaluación a los actos de la persona difícil. Si ya sabemos como es ¿Por qué no devaluar sus señalamientos? ¿Se puede hacer eso? Ha de ser difícil pero peor es no intentarlo.
¿Y de dónde saldrá la energía para intentar esas tácticas? Los adultos podemos elegir acciones u omisiones difíciles. Hoy son muchos quienes pueden decir que lograron romper con el tabaquismo. Si es posible cambiar ese hábito, o el del alcohol o la sobrealimentación, ha de ser posible ofrecerle a las inadecuaciones del trato de los demás, un amortiguador que las haga menos nocivas. Esa frase, “ahora yo elijo”, al decir de Peter Senge, convoca energía, plantea un compromiso, invita al cumplimiento. No podemos con ella cambiar la realidad exterior, pero sí podemos cambiar la forma como esa realidad nos afecta. INFLACIÓN DE EE. UU. ESTÁ CERCA DEL 2% WASHINGTON - El presidente de la Reserva Federal (FED), Jerome Powell, indicó que prevé nuevos aumentos de la tasa de interés por parte del banco central de Estados Unidos (EE. UU.) si el crecimiento económico del país conserva su fuerza.
Añadió que la inflación anual se acerca a la meta del 2% fijada por la FED, pero que no parece probable que lo supere. Esto indica que no prevé la necesidad de acelerar los aumentos de las tasas. Se prevé que la Reserva Federal reanudará la elevación de las tasas a fines de setiembre.
Durante la conferencia anual de los jefes de los bancos centrales del mundo en Jackson Hole, Wyoming, el viernes anterior, Powell aseguró que la FED reconoce que el camino de la inflación, al ser tan incierto, requiere de un equilibrio entre el apoyo al crecimiento y las limitaciones.
Powell agregó que el enfoque gradual es la política más prudente para la FED al tratar de navegar entre los riesgos de elevar las tasas con rapidez, con lo cual “se acorta innecesariamente el crecimiento” y hacerlo con excesiva lentitud, con lo cual se corre el riesgo de una economía sobrecalentada.
“Mis colegas y yo estudiamos cuidadosamente los datos que nos llegan y elaboramos medidas de política monetaria para apoyar el crecimiento, un mercado laboral fuerte y una inflación cercana al 2%” agregó.
Powell no mencionó las críticas públicas recientes del presidente Donald Trump, quien se opone a elevar intereses.
El mandatario norteamericano enfatizó que la restricción al crédito podría atentar contra el crecimiento que espera prolongar mediante los recortes impositivos del año pasado, la eliminación de normas regulatorias y una renegociación de los acuerdos comerciales internacionales en favor de EE. UU.
Muchos consideran que las críticas de Trump constituyen una intromisión en la independencia de la entidad de toda influencia política. El presidente de la FED se concentró en las dificultades que enfrenta la institución para fijar políticas relativas a las tasas de interés.
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