Santos, el pequeño gigante abandonado por su pueblo
En los últimos dos años, el Santos de Guápiles ha sido el tercer mejor equipo en cuanto a resultados, solo por detrás de Herediano y Saprissa, pero parece que clasificar cuatro veces seguidas a la cuadrangular y luchar por un título a nivel de Concacaf ha sido poca cosa para los habitantes guapileños.
El Ebal Rodríguez es una cancha temida, ahí los locales no cayeron en la fase regular del certamen, pero las gradas están vacías en la mayoría de los partidos y, cuando se llenan, es porque abundan las camisetas de los equipos rivales.
Escuchar los cánticos de los adversarios es algo a lo que se ha tenido que malacostumbrar el equipo de Santos cuando recibe la visita de uno de los tres grandes del país. Ver a los aficionados alentando al visitante es lo más común para los dirigidos por Johnny Chaves.
Cantidad. Guápiles es el distrito primero del cantón de Pococí, en la provincia de Limón; tiene una población cercana a las 37.000 personas, pero su cercanía a San José hace que la influencia futbolística en la zona esté marcada por Saprissa y Alajuelense.
Si una de cada 10 personas que vive en Guápiles fuera al Estadio Ebal Rodríguez, este se llenaría, pues tiene capacidad para 3.000. En el Clausura, el equipo recibió 7.606 aficionados y recaudó casi ¢16 millones, según la Unafut, en un corte realizado a la fecha 20 del torneo.
Esa cantidad de aficionados coloca a los santistas en la sétima posición, por detrás de la UCR, Cartaginés, Liberia, Herediano, Alajuelense y Saprissa.
“Yo digo que cuando Santos sea campeón, puede revertirse un poco, en Guápiles hay mucha gente que ha venido de Grecia, Palmares y Turrialba. Yo voy en la calle y me dicen: ‘Bien, don Johnny buen trabajo, Santos es mi segundo equipo’ y es una realidad que no va a cambiar a corto plazo”, explicó Johnny Chaves, técnico de los guapileños.
“La verdad, al lugareño le falta darse cuenta, una afición le pide a un equipo resultados y ahí están. Lo que falta es un poquito más de arraigo. Tenemos un pequeño sector del cantón que sí es muy fiel, pero no entiendo por qué no nace ese gusanito en el pueblo. Si yo fuera aficionado, estaría contento del equipo que tenemos. Sabemos que cuando vienen los equipos grandes, van a llenar la gradería”, detalló Edder Monguío.
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