La Nacion (Costa Rica) - Revista Dominical
Terror nacido de una obsesión
Monstruos bajo la lluvia está en las tiendas de la Librería Internacional.
El reconocimiento: El conjunto de relatos Monstruos bajo la lluvia ganó el Premio Aquileo J. Echeverría en cuento. La autora: La escritora costarricense Larissa Rú (nacida como Larissa Quesada Arroyo), de 25 años, es también autora de las novelas Cómo sobrevivir a una tormenta extranjera (Premio Aquileo J. Echeverría en Novela 2020) y Plenilunio (2021).
La editorial: El libro de cuentos es de Encino Editores.
Para Larissa Rú, este reconocimiento es una confirmación de su trabajo duro. Acerca del premio y la obra, ella habla:
–¿Cómo se toma un galardón así en su carrera? Es el segundo en poco tiempo.
– Aparte de mucha alegría, este segundo premio lo tomo con humildad, como una confirmación para mí misma de que no fue suerte, sino que es trabajo duro y consolidado. Cuando recibí el Aquileo en el
2020, si bien estaba muy contenta con el producto final de la novela, lo recibí muy insegura debido a mi propia inexperiencia en el mundo literario. Esta vez, puedo hablar con más seguridad de que estoy orgullosa del trabajo que hice, y muy agradecida con el reconocimiento que se le dio. Es poco tiempo, sí. Eso implica más presión para seguir contando historias, pero no para que ganen premios, o al menos no necesariamente, sino para que la gente las disfrute.
”El galardón lo tomo como un incentivo para afirmar que los géneros que históricamente han sido considerados ajenos o menores en Costa Rica pueden ser reivindicados”.
–¿Cómo nació Monstruos bajo la lluvia y por qué quiso reunir diferentes monstruosidades en un solo volumen?
– En realidad no fue una decisión a conciencia. Fue algo que se dio orgánicamente. El primero de los cuentos que hice, Manos, lo escribí cuando tenía 14 o 15 años; desde entonces, cada año aproximadamente se me ocurría una historia y la escribía. Desde niña he sido fanática del terror, del gore, de lo fantástico; entonces, nunca planeé hacer una colección de eso. Fue simplemente que hace tres años me di cuenta de que tenía ya muchos cuentos sueltos, y todos eran de terror (solo uno de ellos es de fantasía), y compartían el hecho de que los narré casi todos en primera persona. Por eso, decidí reunirlos en un solo volumen.
”Todavía se me ocurren más ideas para cuentos de terror; no creo que sea algo que solo se detenga en este libro. Es como una obsesión mía de hacer este tipo de cosas, mi ‘lugar seguro’”.
–El jurado destacó en el acta que el libro presenta “diversas perspectivas (realistas, horroríficas, sobrenaturales y fantásticas) sobre la vida de las mujeres, sus temores y sus relaciones familiares y sociales”. ¿Qué relación establece entre los monstruos y las mujeres? ¿Tiene que ver con que atestiguamos mucho horrores como colectivo e individualmente?
– Yo pensaba el terror, cuando empecé a escribir, como algo universal. Y lo es. Igualmente, con Monstruos bajo la lluvia, me gustaría que cualquier persona que los lea pueda sentirse identificada.
”Inicialmente escribía desde el punto de vista de mujeres porque simplemente me era más fácil. En los últimos años empecé a identificar miedos que son exclusivamente femeninos; entonces, mis relatos se hicieron con enfoques más directos en lo femenino y su relación con el terror.
”Tristemente, la mujer (sobre todo la mujer que no es blanca, por los problemas socioeconómicos y culturales que afrontan las mujeres de la periferia) nace a este mundo con el miedo como segunda naturaleza, precisamente por el tipo de mundo que nos toca habitar.
”Sin embargo, el terror es un arma, el apropiarnos de él. Las mujeres tenemos una relación más familiar con la sangre y el dolor. Me gusta pensar que puedo construir castillos de arena con ese dolor y esa sangre que están programados biológicamente en mí, los siento íntimos.
”En los arquetipos de los cuentos de hadas, los monstruos son los otros, lo extraño y lo ajeno. Se asocian a lo grotesco y se oponen directamente a la belleza femenina y virginal. La narrativa de lo grotesco es algo que la mujer, alienada en muchos aspectos aún hoy, puede apropiarse para contar sus historias; por lo tanto, el monstruo se vuelve mucho más sociable tanto para nosotras como para quienes no se acomodan a las narrativas contadas desde la perspectiva heroica tradicional.
”Los monstruos también pueden habitar dentro de nosotras en la forma de trauma, miedo generacional, vergüenza social, culpa e incluso depresión. Conocerlos es parte de lo que este volumen quiere tocar. El terror siempre ha sido un terreno fértil para contar la historia desde el ‘otro lado’”.
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