Sofía, entre blanco y negro
La actriz colombiana Sofía Vergara fue blanco de críticas en las redes sociales después de presentarse en la gala de los Premios Emmy.
Primero, por su sexy vestido, que fue comparado por muchos con un merengue. También, ha recibido comentarios desfavorables sobre su cara y algunos retoques que se habría hecho la ‘Toti’. Sin embargo, la crítica que más afectó a la protagonista de Modern Family fue la de la flacidez en su espalda.
El internauta escribió en una de las tantas fotografía que publicó la actriz en su paso por la alfombra roja el pasado 17 de septiembre que veía “un poco flácida la piel en la espalda y el vestido que no ayuda”.
Esta crítica a su cuerpo, dejó un poco molesta a la colombiana, quien decidió tomarse la molestia de responderle el comentario: “sí”, efectivamente tiene la piel más flácida, y que eso “se llama tener 45 años”, respondió la ‘Toti’.
Si por algo se caracterizan las apariciones de Sofía Vergara sobre la alfombra roja, es claramente por su espectacularidad: vestidos ceñidos, generalmente sin tirantes y largos hasta el suelo que, como ella misma ha reconocido en muchas ocasiones, distan bastante de ser cómodos. El problema para la actriz de ‘Modern Family‘ no es ya solo encontrar un modelo que favorezca a sus curvas y que las mantenga todas en sus sitio, sino sobrevivir al desafío de llevarlo con su integridad física intacta, aunque no tanto su dignidad.
Alguna vez se han preguntado cómo entramos en los coches con los vestidos de los Emmy?”, anunciaba la colombiana en su cuenta de Instagram antes de poner rumbo a la gala celebrada este domingo en Los Ángeles, junto a una serie de imágenes a cada cual más comprometida y en las que se la veía, primero, esforzándose por entrar en el vehículo sin arrugar la impresionante prenda y, más tarde, medio sentada y medio tumbada en el asiento, sin poder doblar la cintura por culpa probablemente del ajustado corsé que llevaría debajo.
A cola del impresionante diseño blanco con escote corazón y falda de tul que eligió para la velada tampoco contribuyó a facilitarle la tarea de subirse y bajarse del coche o, sencillamente, de moverse, como documentan otras fotografías de la gala en la que aparece tratando de sujetar toda la tela del vestido mientras caminaba rodeada de varios acompañantes, preparados para sujetarla si se tropezaba con sus siempre altísimos tacones.