Nohra puyana de pastrana
(1998-2002) La elegancia abre las puertas de Palacio
El cambio de milenio estaba cerca y aunque se esperaba una gran revolución en la moda, los diseñadores decidieron poner los ojos en el pasado, por lo que resurgieron el encaje, los pantalones Oxford, las faldas vaporosas y el tono rosa, un color que parece gustarle mucho a Nohra. Ella, que sabía y sabe cómo elegir sus atuendos, tuvo grandes maestros gracias a su paso por la revista Elle, la casa de moda Christian Dior –donde fue asistente del jefe de prensa– y su colaboración en la organización de prét-à-porter de Cannes, mientras estudiaba periodismo y mercadeo en Ecole Française des Attachés de Presse, en París. Chic, poseedora de un gran estilo e impecable gusto a la hora de combinar los colores, los elogios por parte de expertos de la talla de Pilar Castaño y Nina García, y de la gente del común, fueron una constante durante su paso por la Casa de Nariño, incluso llegaron a considerarla la Lady Di colombiana. Tanto que hoy sigue en sus manos el título como una de las mujeres mejor vestidas del país. Si en aquella época la moda hubiera tenido el protagonismo que hoy ostenta, con seguridad las propuestas que lució durante los cuatro años habrían llenado las páginas de las revistas. Lastimosamente, para los amantes del tema, son pocas las referencias que se encuentran sobre su forma de vestir. De lo que sí hay pruebas es de su destacado trabajo como primera dama, en el que su preocupación principal fue la alimentación de los más pequeños. Además, lideró una comisión humanitaria para ayudar a los damnificados del terremoto de Armenia. Desde sus inicios fue admiradora, cliente habitual y gran amiga de Silvia Tcherassi; se dice incluso que tiene un vestido de cada una de sus colecciones. Otros de sus diseñadores favoritos fueron, y son, Francisco Ayerbe y Germán Quintana, quienes elaboraron su traje para el día de la posesión y gran parte de su ajuar oficial.
El rojo para ocasiones formales o el azul y el blanco, cuando los compromisos no exigían gran etiqueta, fueron los colores que predominaron en los atuendos de Nohra.