Chivo, pudín, bollos
P.: Mi hija dice: “No tengo un chivo”, o sea, “estoy sin plata”. Mi abuelo decía: “No tengo un cuartillo”. ¿Cuál es el origen? Israel Díaz, B/quilla
R.: Chivo es deformación de chavo, que, a su vez, es acortamiento de ochavo, moneda española de cobre y de bajo valor, acuñada entre los siglos XVII y XIX. En Colombia, un chavo o un chivo era una moneda de níquel equivalente a un centavo. García Márquez usa el término en Vivir para contarla: “… el anciano se resignó con tres chivos, […] y cargó la maleta…”; y en Memoria de mis putas tristes usa ochavo: “… quise pagarle el doble de lo que costaban, pero no aceptó ni un ochavo…”. El cuartillo era una moneda española acuñada a partir del siglo XV, de plata y cobre, que valía algo más que el ochavo. En las últimas centurias, de forma coloquial, los dos vocablos cobraron el sentido de dinero, pero también el de algo de poco valor.
P.: En la Costa, en matrimonios o cumpleaños, servimos pudín. En el interior sirven ponqué o torta. ¿Qué es lo más correcto? Darío Diago, B/quilla.
R.: Las tres locuciones son correctas y figuran en el Diccionario académico. Su uso depende de las regiones. Torta, de origen incierto, es un amasijo aplanado, redondo y horneado, dulce o salado. Ponqué viene del inglés pound cake, una tortica dulce que costaba una libra inglesa. La voz cake ha dado otros términos de repostería, como panqueque (pancake), panqué y queque. Es curioso el origen de la palabra pudín: viene del inglés pudding, que, según el Etymological Dictionary of English Language, de Ernest Klein, procede del inglés medieval poding, que, a su vez, deriva del francés boudin, que significa morcilla. Boudin pasó directamente al español como budín, un plato que por lo general es salado, pero que también puede ser dulce.
P.: ¿De dónde viene la palabra bollo referida a una mujer bonita? Ernesto García E., B/quilla
R.: En 2016, a una pregunta similar contesté: “No he encontrado la razón, y por eso caben las especulaciones. En la Costa, el bollo es un elemento muy destacado de su cultura gastronómica y sus mujeres son célebres por su belleza. Quizá la figura torneada de la mujer: pecho rotundo, cintura estrecha y caderas que se amplían contribuyó a que el inconsciente colectivo las denominara bollos por asociación con las curvas que en la masa del bollo forma la pita con que se amarran. En el interior de Colombia, con frecuencia se sorprenden de que aquí les digamos bollos a las mujeres cuando allá el término alude a algo escatológico. Como el sentido de las palabras a veces se extiende o migra, a los hombres apuestos hoy también se les llama bollos. Por su parte, un bollón o una bollona son personas vanidosas y engreídas”. A los pocos días de mi respuesta, Hernando Pacific, médico y escritor samario, me dijo que la voz viene de Cuba, pues en los años cincuenta allá a las mujeres les decían pollos (como en la canción Las muchachas, de la Sonora Matancera), que derivó en bollos.