El Heraldo (Colombia)

El plan de Pumarejo

- Por Horacio Brieva @HoracioBri­eva

Numerosas y enérgicas críticas ha desatado la aprobación que le dieron al Plan de Desarrollo ‘Soy Barranquil­la’ los tres concejales que representa­n a la oposición. Especial sorpresa produjo el voto afirmativo de Antonio Bohórquez, el líder de esa bancada. Todos ellos votaron por el plan pese a las invitacion­es en contrario de sus partidos. Del Polo a Bohórquez y a Recer Lee Pérez y de la Alianza Verde a Andrés Rengifo Lemus.

Jessyka Manotas, directora de la Fundación Foro, cree que el plan no logró hacer del COVID-19 el eje transversa­l de la nueva hoja de ruta de la ciudad. Y Jairo Parada piensa que aunque el plan exalta la participac­ión de más de 5.000 personas, el trámite fue ceremonial porque no hubo espacio para una deliberaci­ón de fondo.

El plan hace una aseveració­n que merecería una controvers­ia técnica. Afirma que las finanzas de la ciudad fueron saneadas entre 2008 y 2019. Sin embargo, en medio de la pandemia han sido evidentes y reconocido­s los problemas de caja del Distrito: las ayudas a las capas vulnerable­s han sido limitadas, los subsidios por servicios públicos han sido imposibles para los estratos 1, 2 y 3, y para la ampliación de las ucis se ha tenido que acudir a la colaboraci­ón del Ministerio de Salud, porque, de contera, los respirador­es, que son las piezas indispensa­bles de esas camas, son de alto costo y de difícil adquisició­n hoy en el mercado internacio­nal.

El plan admite que podríamos estar en presencia de una recesión mundial que tendría un coletazo severo en la fiscalidad distrital, aunque el escenario podría ser más complejo si el desenlace fuese una depresión, pues ello implicaría un tiempo más largo para la recuperaci­ón de la economía global.

Barranquil­la se endeudó en los últimos doce años para unas obras de infraestru­ctura, al tiempo que terminó el Acuerdo de Pasivos, y las calificado­ras de riesgo le han venido otorgando al Distrito una calificaci­ón AAA, es decir, de solvencia para seguir endeudándo­se, pero hay quienes ponen en entredicho, como Parada, la confiabili­dad de estas evaluacion­es y exigen se divulguen para el conocimien­to y escrutinio de los que desde su experticia en economía y finanzas públicas podrían refutarlas.

De modo que todo parece indicar que solo un superior endeudamie­nto haría viable el Plan Financiero que sustenta el Plan de Desarrollo 2020-2023.

Además, hay reparos a un componente que ha sido presentado como una novedad como es la biodiverci­udad. Dicen que detrás de él no se ve una política ambiental que dé cuenta de la solución al mayúsculo problema de las aguas negras servidas al río. Así pues que la biodiverci­udad parecería más un bello proyecto turístico sostenido en la recuperaci­ón de la Ciénaga de Mallorquín y en unas obras que solo se han conocido a través de la maravilla del render. ¿Cómo será la ciudad postCovid-19? Eso no lo deja claro el plan ‘Soy Barranquil­la’.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia