Que cese la imprudencia en las vías
El mortal accidente ocurrido en la madrugada del 25 de diciembre en la calle Murillo en Barranquilla, en el que murieron tres personas, encendió las alarmas por el riesgo de accidentalidad en las fiestas de fin de año.
El fatal accidente ocurrido en el barrio Chiquinquirá en la madrugada de este jueves, cuya consecuencia fue la muerte de tres jóvenes, es una muestra de que las celebraciones navideñas pueden implicar un alto riesgo para la seguridad de los ciudadanos si se desarrollan en ambientes en los que se mezcla la rumba, el alcohol y la gasolina.
En efecto, el trágico episodio fue el fin de una jornada de diversión que comenzó la tarde anterior en la tradicional carrera 8, y que debía terminar en un amanecedero ubicado en el centro de la ciudad hacia el que, al parecer, se dirigían, no solo los ocupantes del vehículo que quedó destruido por el impacto contra un árbol, sino varios de los asistentes a la rumba de la cual salieron todos para seguir celebrando. Las primeras pesquisas indican que la causa del accidente fue el exceso de velocidad, aunque las autoridades no descartan la posibilidad de que uno de los factores determinantes haya sido el consumo de alcohol. Como siempre ocurre en esta época del año, se renuevan las alarmas en torno al riesgo que corren las personas que celebran influenciados por el consumo de bebidas alcohólicas y que después toman la pésima decisión de manejar automóviles y motocicletas. Esta combinación, unida con las altas velocidades, es la cuota inicial de la tragedia. En Barranquilla y los cinco municipios metropolitanos se han registrado 186 muertes y 376 personas heridas en accidentes de tránsito, unas cifras aún muy altas a pesar de las campañas de prevención que periódicamente realizan la Policía y la Secretaría de Tránsito. Las fiestas de fin de año suelen ser el período en que esos hechos se multiplican, debido a que la euforia de las celebraciones decembrinas muchas veces va acompañada de ligereza, imprudencia y actitudes irresponsables. Lamentamos profundamente el dolor que deben asumir las familias de las victimas del accidente del barrio Chiquinquirá, Antony De Jesús Lara, Yesica María Mora y Yolima Gámez, al tiempo que hacemos votos por la pronta recuperación de los tres heridos graves que luchan por sus vidas, Xavier Borrego Márquez, Diana Carolina Díaz y Leidy Dayana Osorio. Acompañamos a las autoridades en su llamado a los barranquilleros para que sean prudentes, para que celebren en paz y con responsabilidad, y para que jamás, en ninguna circunstancia, se pongan detrás del volante después de haber bebido.
De la actitud responsable de todos depende que no se vuelvan a repetir hechos tan dolorosos como el que nos vemos obligados a registrar; está en nuestras manos demostrar que es posible celebrar las fiestas de fin de año y llegar seguros a casa.
Las fiestas de fin de año suelen ser el período en que los accidentes se multiplican, debido a que la euforia de las celebraciones decembrinas muchas veces va acompañada de ligereza, imprudencia y actitudes irresponsables.