El PAE, mucho en juego
Los gobernadores de todo el país decidieron entregar el manejo del Programa de Alimentación Escolar al Gobierno Nacional, ya que según ellos no reciben suficiente apoyo desde Bogotá.
Los gobernadores de todo el país, reunidos en Cartagena, decidieron entregarle al Gobierno Nacional el manejo del Programa de Alimentación Escolar (PAE) ante la falta de recursos para su financiación, ya que en opinión de los mandatarios departamentales, los han “dejado solos”. Para los gobernadores, el programa no puede seguir siendo sostenido desde los entes territoriales, por lo que se vuelve necesario replantearlo cuanto antes.
Con carteles en los que se leía la consigna “Entrego el PAE”, los mandatarios aseguraron que el Gobierno no les brinda el apoyo requerido, lo que va en detrimento de la alimentación de los estudiantes de las escuelas oficiales. En la actualidad, el programa entrega 5,5 millones de raciones diarias en todo el país.
La protesta tuvo lugar en la XC Asamblea de Gobernadores 2018, ante la presencia de la ministra de Educación, Yaneth Giha, y el viceprocurador general de la Nación, Juan Carlos Cortés.
De acuerdo con los gobernadores, la falta de recursos propios los lleva a incumplir con el programa, por lo que solo nueve municipios en toda Colombia, incluido el Distrito Capital de Bogotá, tienen el 100% de ejecución del PAE. La desfinanciación, entonces, hace que la alimentación de los menores sea cada vez más deficiente y escasa.
Un ejemplo claro de esta problemática, según los gobernadores, es que en 2014 el Gobierno Nacional aportó al PAE cerca de 1,2 billones de pesos, mientras los departamentos contribuyeron con 200.000 millones de pesos. Pero en 2017 los recursos enviados desde Bogotá fueron los mismos, y los departamentos debieron destinar 400.000 millones de pesos.
El programa fue creado como un estímulo para prevenir la deserción escolar, quizá el factor que más incide en el nivel educativo de la población. Sin embargo, se ha convertido en uno de los principales focos de corrupción. Esta semana, el procurador general, Fernando Carrillo, pidió mantener un diálogo permanente entre el Ministerio de Educación, los entes territoriales y los organismos de control, con el fin de que los recursos destinados al programa no sean desviados y que los niños reciban alimentos de la mejor calidad.
Los escándalos del PAE han producido indignación nacional, pero las malas prácticas continúan sin erradicarse. Hace poco, por mencionar un ejemplo, se conoció que en Cartagena las pechugas de pollo eran facturadas a 40 mil pesos la unidad.
Entre las propuestas para salvar el programa se encuentra la del contralor general de la Nación, Edgardo Maya Villazón, para quien el PAE debe transformarse en una política pública junto a la implementación de la jornada única y el aumento de la cobertura. Se trata de un tema complejo que pone en juego la continuidad de millones de niños y adolescentes en el sistema escolar, lo que obliga al Gobierno a sentarse a negociar con los gobernadores para salvar un programa que, a pesar de los escándalos, merece una segunda oportunidad.
El programa fue creado como un estímulo para prevenir la deserción escolar, uno de los factores que más incide en el nivel educativo de la población colombiana.