El Heraldo (Colombia)

El mago triste recorrido del Borletti antes de fallecer

Máximo Hernández vivió una travesía por hospitales de Ciénaga y Barranquil­la antes de llegar a Montería, donde fue internado por una infección intestinal y murió el sábado.

- Por Estefanía Fajardo

Sus 60 años haciendo magia no permitiero­n que el dolor desapareci­era. Los 87 años de vida tampoco fueron el acceso a los servicios de salud que necesitaba. El mago Borletti murió el sábado en Montería, luego de esperar atención en Ciénaga (Magdalena) y Barranquil­la.

A causa de una infección intestinal fue internado Máximo Alfredo Hernández, nombre de pila del artista. “Por la no atención oportuna tuvo muchas complicaci­ones. Debieron someterlo al coma inducido del cual nunca salió. Hasta que murió de un paro cardiorres­piratorio”, contó Luis Gabriel Hernández, hijo del mago fallecido y conocido como Borletti Jr. en diálogo con EL HERALDO.

El hijo manifestó que inicialmen­te su padre fue a Ciénaga a que lo atendieran, luego a Barranquil­la, y por último a Montería.

“En Montería fue donde lo atendieron, lo trataron muy bien en la clínica Evaluamos. En Ciénaga lo vio primero un médico y le dijo que se tomara unas pastillas que costaban $140.000. Se compraron, pero el dolor continuó”, dijo.

El mago llegó al hospital San Cristóbal en Ciénaga, donde duró “dos días sin atención”. Su hijo sostuvo que a Hernández “le estaban buscando un traslado a Santa Marta, Barranquil­la o Valledupar, donde primero avisaran que había una cama y pudieran atenderlo porque en Ciénaga no había médicos adecuados para su problema. Un traslado que nunca existió”.

A mediados de junio Borletti pasó viernes y sábado esperando atención en Ciénaga. “El domingo a las 9 de la mañana su hija y familiares, que viven en Barranquil­la, tomaron la decisión de llevarlo hasta allá”, explicó su hijo. Todo esto basados en que pensaban que lo atenderían “en cualquier parte”, porque “dicen que a los adultos mayores tienen la obligación de atenderlos”.

TRASLADO A BARRANQUIL­LA.

Ana Mercedes Díaz-Granados, sobrina del mago, recibió en Barranquil­la al artista y a su hija.

“Él estuvo primero en el Hospital Universita­rio Cari. Ahí lo miraron a la fuerza y dijeron que no lo podían atender. Y para darle entrada pedían $500.000”.

Aseguró que luego de revisarlo “dijeron que eso era con ecografía y ellos no podían hacer nada porque no tenían los elementos”.

Un par de horas después la familia llevó a Hernández al Hospital Niño Jesús. “Me dijeron que era del Estado y ahí podían. Una doctora lo vio y le dijo que ellos no tenían ecografía y no podían atenderlo”, explicó su sobrina.

Su hijo Luis Gabriel, que vive en Montería, pidió que lo llevaran a esa ciudad para buscar “una mejor atención médica”.

“Al ver que estaba mal y que empezó a vomitar algo verde, tomé la decisión de llevarlo a Montería”, indicó.

A las 12 de la noche de ese domingo el mago Borletti salió por carretera para Montería.

“Se empeoró cuando llegó a Barranquil­la. Él vino mal de Ciénaga y se fue más grave. Estuvo como una bomba de tiempo”, afirmó su sobrina. “Vivimos como quien dice el paseo de la muerte”.

LLEGADA A MONTERÍA. Luis Gabriel dijo que cuando su papá llegó a la clínica en la capital de Córdoba “le pusieron enseguida una sonda por la nariz. Empezaron a hacerle estudios y nos preguntaro­n por qué no le habían hecho esto anteriorme­nte. Me comentaron que era una negligenci­a médica lo que había pasado”.

Para él las cosas pudieron tener un rumbo diferente de haber recibido la atención necesaria desde el primer momento.

“Si lo hubieran atendido como en Montería tal vez la cosa hubiera sido diferente”, señaló.

Agregó que su papá estuvo esperando algo que nunca llegó: una ambulancia.

“Nunca hubo una ambulancia o cama. Lo tenían ahí, sentado, esperando a ver cuándo lo atendían. Le decían ‘espere, ya lo atendemos’. Nosotros tomamos la decisión de sacarlo bajo nuestra responsabi­lidad y hacer algo”.

Borletti pasó 28 días hospitaliz­ado en Montería, 21 de ellos en la Unidad de Cuidados Intensivos.

RESPUESTA DE LAS AUTORIDADE­S. Ante este hecho, el subsecreta­rio de Asesoría y Asistencia en Seguridad Social del Atlántico, Hernando Viloria, señaló que hubo fallas en el procedimie­nto a la hora de traerlo a Barranquil­la.

“Si él hubiera venido de Ciénaga por un procedimie­nto normal, se hubiera trasladado en una ambulancia y el hospital o la clínica debía recibirlo con lo que requería”.

Para él fue “desacertad­o” haber acudido a esos dos centros hospitalar­ios en la ciudad. “El Cari es un hospital de tercer nivel de complejida­d que no atiende urgencias y el Niño Jesús es uno maternoinf­antil”, explicó.

“Él no tenía ningún problema en la atención para el pago porque quien debía pagar los servicios era el departamen­to del Magdalena. Nadie queda desatendid­o en Colombia porque no tenga EPS”.

El funcionari­o añade que posiblemen­te a la familia del mago “le faltó orientació­n”. “Pudieron llevarlo a la Reina Catalina, Portoazul, Prevenir, que sí tienen servicio de urgencias”, puntualizó.

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ARCHIVO Máximo Alfredo Hernández conocido como el mago Borletti, falleció el sábado en la ciudad de Montería.

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