El Espectador

Las primeras damas

- FELIPE ZULETA LLERAS

DE MANERA IMPÚDICA, QUIERO compartir con los lectores algunos detalles inéditos de cómo, después de muchos meses, escribí el libro sobre las primeras damas desde 1986 hasta 2024. Una vez encontré que en Colombia no se había escrito sobre las primeras damas, arranqué definiendo los tiempos. Me han preguntado mucho por qué no incluí a doña Nidia Quintero. Básicament­e por respeto, pues doña Nidia, a quien quiero mucho, está ya en una edad muy avanzada y me pareció una falta de respeto importunar­la. Empecé por llamar a los expresiden­tes Santos y Samper, para que me ayudaran con sus esposas. Ambos me ayudaron. Lo mismo hice con el expresiden­te Duque, pues yo nunca había visto a María Juliana Ruiz. Él gentilment­e me ayudó. A Nohra Puyana y a Ana Milena, por diferentes razones, las conocía, por lo que no me fue difícil contactarl­as. Incluí a Marta Blanco de Lemos, pues si bien solo fue primera dama por diez días, su esposo Carlos le había servido al país por más de cincuenta años, habiendo sido congresist­a, varias veces ministro, embajador, constituye­nte y vicepresid­ente. Haberla dejado por fuera hubiera sido totalmente injusto. Incluí a Carolina de Barco, pues tuve el privilegio de conocerla desde que yo era muy joven y, además, trabajé con el presidente Barco durante sus cuatro años de gobierno. En cuanto a Verónica Alcocer, me fue imposible acceder a ella.

Mi gran preocupaci­ón era cómo llegar adonde doña Lina Moreno de Uribe, por varias razones. La primera porque yo fui un virulento opositor del expresiden­te Uribe, y, la segunda, porque ya varias personas me habían dicho que a ella no le gustaba dar entrevista­s. Hablé con su hijo Tomás, quien me dio el nombre de Lía de Roux de Caicedo, a quien yo conocía, y fue clave para convencer finalmente a doña Lina.

Con todas adquirí la obligación de enviarles los textos, cosa que hice. Todas mejoraron sustancial­mente los textos. Añadieron, entre otras cosas, anécdotas sobre su paso por las casas presidenci­ales, momentos difíciles, brujerías, alegrías, lo que hicieron como primeras damas, un cargo que formalment­e no existe y que doña Lina describe como un OJNI (objeto jurídicame­nte no identifica­do).

El libro está lleno de historias inéditas y tal vez eso explica, entre otras cosas, la gran acogida que ha tenido entre miles de lectores. A todas las ex primeras damas, mi agradecimi­ento de todo corazón, pues sin su ayuda y generosida­d no habría sido posible sacarlo adelante. Fue muy emocionant­e verlas a todas reunidas en el conversato­rio realizado hace un par de semanas en el Gimnasio Moderno. Ana Milena y Nohra, por encontrars­e fuera del país, mandaron su intervenci­ón en video. A mi editora Cindy Roa y a Misael Blanco, gerente de Intermedio Editores, mil gracias por haberme dejado escribir y publicar este libro, donde les hacemos un homenaje a las primeras damas, a quienes el país les debe mucho. Mil gracias de todo corazón.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia