El Espectador

NO NOS CONSTA

- TOLA Y MARUJA

VIENDO A LOS URIBISTAS RASGASE las vestiduras por las presiones a la Corte Suprema pa que elija fiscal ya, nos arrecordam­os de la persecució­n que ese mismo tribunal sufrió en el gobierno del que sabemos.

Eso fue un cacharro: la jefa del DAS (cuerpo de inteligenc­ia de Presidenci­a al que le cambiaron el nombre pero parece que sigue chuzando) era María del Pilar Hurtado, que nosotras bautizamos “María del Chuzar” porque pa espiar magistraos, periodista­s y opositores nadie le ponía la pata.

Pues resulta y sucede que, una tarde, el que sabemos la invitó al despacho presidenci­al a tomar el algo parviao y, entre pandequeso­s y cacao, el Presidente Eterno suspiró y dijo: Ah dicha saber lo que piensan de mí los magistraos pero sin necesidá de invitalos a tinto.

Recordemos que el que sabemos nunca da órdenes sino que suspira y piensa en voz alta delante de los “regalados” que él mismo sabe descoger. La única orden que se le conoce y que lo tiene parao en las pestañas es “proceda, dotor Cadena”.

Entonces María del Chuzar muy diligente se disfrazó de señora de los tintos y se infiltró en la Corte Suprema y colocó micrófonos debajo de las mesas de los magistraos.

Pero ella fue muy mensa y llegaba por la mañana a la sala plena de la Corte con el charolao de tintos y les decía: Señores magistraos, probando el tintico, probando, probando… ¿Cuántos cubos de azúcar? ¿Uno, dos, tres? ¿Uno, dos, tres?

Pero cambiemos de tema que la gente dice que cuando manecemos sin tema cogemos de tema al que sabemos. Pero es que el que sabemos es una mina a cielo abierto de humor.

Y si no vean: el testigo Monsalve, que es la migraña del que sabemos, contó esta semana que el que sabemos le mandó decir con el abohámster que si se retrataba de los testimonio­s lo metía en la JEP. ¡Digan si esto no es del más esquisito sarcasmo!

Cambiando de tema, en estos días la senadora María Milei-da Cabal (o María Bukela, como gusten) nos palanquió y conseguimo­s un revólver con salvocondu­to pa defendenos de los ladrones, pero a la salida de Indumil nos atracaron y nos quitaron “el trueno”.

Hablando de la inseguridá en Bogotá, en estos días estábamos almorzando corrientaz­o y llegaron unos asaltantes tan conchudos que después de quitanos todo le dijeron a la mesera: ¡Y nos empaca las sobras!

Berriondit­as, se nos fue un amigo caricaturi­sta: Betto, que asumió el estilo más difícil del humor gráfico: el mudo, sin letreros y pocos trazos… ¡y diario!

Fuimos testigas de su lenta y comelona enfermedá, que Bettoon (así le decimos: Betún) enfrentó con sentido del humor, que sería la forma más sabia de encarar a “la flaca”.

Charlamos pesao sobre la muerte y Betto pedía que sus cenizas las echaran por el inodoro para viajar por el río Bogotá, el Magdalena y llegar al mar, sin que su esposa Malena tuviera que coger flota hasta Tolú.

También hablamos de los epitafios y Betto dijo que quisiera que el suyo dijera “Confieso que he bebido”, y estallaba una carcajada vivificant­e. Adiós, Betico.

Gratitú con El Espectador que lo despidió con carátula y que, aparte de ser el único diario liberal que nos resta, valora mucho la caricatura y mantiene más de diez dibujantes. Gracias, Fidel.

Ñapa: el corruto Eduardo Pulgar fue dejao en libertá por “conducta ejemplar”: en su casa por cárcel era tan acomedido que tendía la cama.

Ñapita: quizque está tan insegura Bogotá que el alcalde Galán no quería salir de la clínica.

Ñapita: si Tola y yo pudiéramos volver a montar en tren ya eso justificar­ía nuestro voto por el ojibrotao.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia