Biden apura por hacer realidad el sueño de los “dreamers”
Barack Obama desperdició su mejor oportunidad para aprobar una reforma migratoria cuando tenía la mayoría en el Congreso. Joe Biden no quiere cometer el mismo error.
El presidente estadounidense, Joe Biden, reconoce que junto a Barack Obama cometieron un grave error. No cumplieron con la reforma migratoria integral que habían prometido en su primer año en la Casa Blanca porque dejaron el desarrollo de esta propuesta para el final de su segundo mandato, justo cuando ya habían perdido la mayoría en el Legislativo.
Lo único que quedó de la administración Obama en esta materia fue el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), el cual ha protegido a casi 700.000 migrantes de la deportación y les ha permitido otros beneficios como trabajar, estudiar o incluso acceder a becas y calificar para recibir atención médica subsidiada, dependiendo del estado.
Pero el DACA tenía un gran inconveniente desde su nacimiento: era una solución temporal y muy frágil, pues no resolvía el problema de fondo -el estatus migratorio- y además llegó por medio de una orden ejecutiva, la cual podía ser desafiada en las cortes. Y eso fue precisamente lo que pasó.
El expresidente Donald Trump intentó eliminar el programa desde su llegada al poder, lo que dejaba desprotegidos a cientos de miles de “dreamers”, como se les bautizó a las personas que se pueden acoger al DACA. Aunque la Corte Suprema falló en contra de Trump y lo obligó a restituir el DACA, los beneficiados aún sufren de inestabilidad.
Jensy Matute, una hondureña que llegó a Estados Unidos a los dos años escapando junto a su madre de la violencia de las pandillas centroamericanas, es una de las protegidas por el DACA. Gracias a este programa, Matute pudo terminar sus estudios en relaciones públicas en Florida y puede trabajar, pero si el programa se acaba, ella tendrá que regresar a Honduras, pese a que no tiene mayor conexión con el país, pues ha vivido toda su vida en Estados Unidos.
“Es muy triste. En algún momento he llegado a pensar que lo hice todo por nada, porque he trabajado tan duro y quizá nadie lo va a reconocer. Me di cuenta de que todo lo que estaba contribuyendo como estudiante no contaba porque no existía”, lamentaba en una entrevista con Voz de América.
Es por eso que ahora Biden no está desperdiciando un minuto de su gobierno para mostrarles a sus electores que cumplirá con la tarea que le quedó pendiente cuando trabajaba con Obama.
La señal que más esperanza les ha dado a los “dreamers” es la propuesta que busca ofrecer estatus legal a por lo menos 11 millones de indocumentados, la cual fue anunciada por Biden a principios de esta semana y que se espera llegue pronto al Congreso. Es importante destacar que con esto no solo se van a beneficiar los indocumentados, sino toda la nación.
Muchos de los migrantes que pertenecen a este grupo son trabajadores esenciales durante la pandemia de coronavirus: enfermeros, médicos, cuidadores, trabajadores agrícolas, transportistas, repartidores y personal de seguridad. Después de décadas dando estos trabajos por sentado, la nación se ha dado cuenta de cuán importantes son estas personas y también su contribución a la sociedad, y esto ha hecho que el apoyo a los trabajadores indocumentados vaya en aumento en ambos partidos. Si llegaran a ser deportados, los estadounidenses sufrirían su ausencia.
“Es como si de repente se dieran cuenta de que estamos aquí contribuyendo”, le dijo a The New York Times Nancy Silva, una inmigrante mexicana que trabaja en una plantación en California .
Biden y su equipo son conscientes de los desafíos a los que se enfrentan. Con Trump, muchos republicanos se movieron hacia la derecha en esta materia, apoyando medidas extremistas como la separación de familias en la frontera para detener la migractión.
Senadores como Josh Hawley han mostrado preocupación porque el plan de Biden no incluye disposiciones sobre la seguridad fronteriza, la cual era la estrategia del mandatario saliente. Pero sin Trump en la mesa, puede que los republicanos más moderados trabajen en conjunto con los demócratas por una reforma. Después de todo, ambos partidos coinciden en que hay mucha migración, pero tienen perspectivas distintas sobre las soluciones.
“El apoyo a la legalización de los inmigrantes de larga duración que han estado aquí durante mucho tiempo, especialmente los ‘dreamers’, ha aumentado y ahora es mayoría entre republicanos y demócratas. Así que creo que a pesar del fuerte tono de aplicación que adoptó la administración Trump, existe un consenso subyacente. La pregunta es si, con Trump dejando el cargo, ese consenso subyacente ahora puede volver a un primer plano y puede resultar en cambios reales”, señaló Theresa Cardinal Brown, asesora en política de inmigración en las administraciones de Obama y de George W. Bush.
Una forma de atraer a los republicanos moderados, explica Cardinal, es hablar sobre cómo los cambios legales en la inmigración pueden ayudar a las empresas. “Esto puede llevarlos a bordo sin tener que pasar necesariamente por el terreno pisado de la seguridad fronteriza”, apunta la experta.
››Por orden de Biden, desde este viernes están suspendidas las deportaciones de migrantes indocumentados durante 100 días.