Cartel Urbano, sin explicación
El nombre Cartel Urbano no se asocia con el de un medio de comunicación tradicional. Y no lo es: se trata de un nicho de periodismo callejero y cultura alternativa, como sus propios reporteros lo definen, y circula entre el público juvenil. Esta semana, sin embargo, el país entero tuvo noticia de Cartel Urbano cuando, 48 horas antes del paro, agentes de la Policía llegaron a su sede con una orden de allanamiento que no le dejaron ver a su director, Juan David Arenas, a pesar de que él solicitó, con insistencia, leer el documento antes de permitirles el ingreso. En un video grabado en ese momento es claro que el uniformado se niega a entregarle la orden y que solo le da a conocer su contenido, lo cual es ilegal a la luz del Código de Procedimiento Penal. El video también deja constancia de la intensa requisa que realizaron los agentes cuando ingresaron a buscar, según dijeron, explosivos y carteles invitando al paro. Se escucha cuando Arenas afirma que si hubiera invitaciones a asistir a las marchas, no sería delito. Otros 26 allanamientos fueron realizados ese día en Bogotá. El fiscal general (e) aseguró, después, que varias de tales actuaciones también fueron declaradas ilegales por los jueces, pero no precisó cuáles ni por qué, contrariando principios básicos de la democracia.