HABLA LA MINISTRA
La ministra de Transporte, Án
gela María Orozco, habló para este diario de la realidad de las 4G, de cómo las encontró y de lo que ha pensado para poder reactivar lo que dejó Juanpa – como le gusta que le digamos–. No lo llamemos espejo retrovisor, mejor la realidad de lo que encontró y lo que hay que hacer para avanzar en las obras públicas en este país.
También trató sobre lo que podemos esperar los golpeados antioqueños, habló de los desastres de la contratación pública y, sobre todo, de la labor que deben hacer las interventorías que tanto han fallado en un gobierno despreocupado por el cumplimiento y la transparencia que se debe esperar de los contratos y de sus ejecutores. Habló de lo que se debe esperar del Ministerio a su cargo, que no dedicará el 80 % de su tiempo a sancionar a los transportadores, como en el gobierno anterior y, más bien, dedicarse a la construcción de las vías que necesita el país.
Habló también de la necesi- dad de una verdadera seguridad vial, ya que la inseguridad en las vías es la segunda causa de las muertes en Colombia. Unas buenas vías, bien trazadas, bien construidas y bien señalizadas evitarían lo que ahora ocurre en nuestras carreteras. Afirmó que el sistema de concesiones ha sido entendido como la privatización de las carreteras y así evitar la responsabilidad que le cabe al Estado, la concesión es una forma para poderlas construir en un país con muchas necesidades económicas, pero no para librarse de las responsabilidades como obras del Estado. Eso es asumir cargo tan importante con transparencia y responsabilidad. Buen ejemplo para el gobierno que ya pasó y la noche oscura que nos dejó.
Quiero, en este comentario, hacerle algunas reflexiones a la señora ministra ya que habló de las obras de cuarta generación, o 4G, en Antioquia. Son obras de gran importancia para este departamento, pero no solo para él, sino para el todo el occidente colombiano y para Colombia entera. Si miramos en el mapa las llamadas Mar 1 y Mar 2, es decir Medellín – Santa Fe de Antioquia y de esta última ciudad a Urabá, vemos que no sólo acerca a la capital del departamento a un futuro puerto sobre el Caribe, sino que acerca igualmente a todos los departamentos del occidente colombiano a ese puerto en más de trescientos kilómetros. Además del acercamiento evita el cruce de la cordillera más alta de Colombia, como es la Central, la que hay que remontar hasta llegar a los dos mil seiscientos metros, o más, sobre el nivel del mar, bajar a Medellín y volver a remontar la cordillera hasta unos dos mil ochocientos metros por el alto de Ventanas. Con el túnel del Toyo habrá que subir a mil quinientos metros solamente.
La capital de Antioquia es la única ciudad grande y de alguna importancia que no está conectada con la capital de la República por doble calzada y que no está entre los planes que nos ha dejado el anterior gobierno nacional.
También sería importante que se mirara la necesidad de una paralela al río Cauca desde el sur de Colombia hasta la costa Caribe, así como es importante para el centro y oriente del país la Ruta del Sol, paralela al río Magdalena
Las obras 4G no solo son importantes para Antioquia, sino para todo el occidente del país y Colombia entera.