Ni liquidar ni intervenir
“La crisis de Savia Salud requiere una mirada que vaya más allá de la reestructuración. Esta es una situación que incluye factores externos e internos, y problemas acumulados que repercuten en el presente. Uno es el asunto estructural de la administración del régimen subsidiado en Antioquia. No es una cuestión exclusiva de Savia. Basta recordar que Comfama, Comfenalco y otras EPS no pudieron tener continuidad en el departamento. El uso de medicamentos por fuera del Plan de Beneficios en Salud –antes No POS–, en una proporción superior al promedio nacional, ha generado deudas crecientes que han afectado a Savia y afectarían a cualquier administrador del régimen subsidiado en la región. Otra causa tiene que ver con el modelo de prestación de servicios en el área metropolitana. Hay una contradicción: urgencias vacías en hospitales de primer nivel y atestadas en hospitales de tercer nivel. Por otra parte, tenemos los problemas acumulados de Savia: falencias en los sistemas de información, un gobierno corporativo débil y una paulatina pérdida de confianza entre usuarios y prestadores. Todos estos factores nos llevan a la conclusión de que la intervención no es la salida. Cambiar una administración por otra no resuelve los problemas estructurales. Tampoco creo que la liquidación sea una solución posible. No existe en este momento una alternativa viable. La figura planteada para aliviar la crisis financiara ya ha sido utilizada en otras EPS del régimen subsidiado. Se trata de reorganización empresarial. Esta permitiría atraer algunos socios –no necesariamente privados– y obligaría a diseñar un plan concreto para pagar las deudas y restablecer el equilibrio financiero. De hecho, los recursos prometidos por la Nación no se han podido girar porque no existe un plan de recuperación creíble. La solución estructural es ineludible. El compromiso nuestro es acompañar el proceso, pero se necesita liderazgo local. Ni liquidar ni intervenir lograrían ese objetivo”.