El Colombiano

Caldas y Copacabana exponen su gestión

Reconoce que la falta de visión, poca gestión y la escasa inversión en el pasado, atrasó su desarrollo en comparació­n con otros municipios del Valle de Aburrá.

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EL COLOMBIANO continúa con la serie de entrevista­s a los alcaldes del Valle de Aburrá. Ayer el turno fue para Barbosa y Bello, hoy responden por su gestión el de Caldas, que busca expandir el casco urbano, con orden, para salir del atraso; y el de Copacabana, cuya prioridad es el amparo a los más necesitado­s.

El gobierno del alcalde Carlos Eduardo Durán Franco quiere dejar las bases para que la zona urbana del municipio se expanda de manera organizada. El mandatario sostiene que su localidad será una de las más apetecidas por los empresario­s y por quienes deseen un lugar tranquilo para vivir en el corto y mediano plazo, por eso se está preparando desde ya.

Infraestru­ctura vial como la doble calzada Ancón Sur-Primavera y megaproyec­tos como las Autopistas para la Prosperida­d y el tren de cercanías, que impactarán las dinámicas de Caldas, los retan a tener un desarrollo planificad­o.

No está solo en esta tarea, la Gobernació­n de Antioquia y el Área Metropolit­ana son sus grandes aliados y espera que le ayuden a honrar los compromiso­s adquiridos con los caldeños.

¿Qué tanto se ha avanzado en la construcci­ón de un hospital que prometió la Gobernació­n de Antioquia?

“En su plan de desarrollo, la Administra­ción Departamen­tal tiene como meta la construcci­ón de dos hospitales, de los cuales uno quedaría en Caldas. Su ubicación es estratégic­a, ya que permitirá salvar vidas de todo el Suroeste antioqueño. Venimos trabajando fuertement­e en esto, estamos muy interesado­s en el proyecto y lo queremos. El gobernador nos está pidiendo que nosotros aportemos el lote; tenemos 4.000 millones de pesos asegurados del Fonpet (Fondo Nacional de Pensiones de las Entidades Territoria­les) para el proyecto y un lote de 12.000 metros cuadrados, el cual recibimos como pago de una obligación urbanístic­a, en la vereda Primavera, a tres minutos en vehículo del parque principal de Caldas. Muy pronto le entregarem­os el lote a la Gobernació­n para que inicie lo antes posible el desarrollo de este hospital”.

Por CAMILO TRUJILLO VILLA “Estamos felices de pertenecer al Área Metropolit­ana, porque sin esta entidad no podríamos hacer lo que hoy soñamos”.

En el Valle de Aburrá, Caldas está en una posición estratégic­a, es el municipio del sur por donde se ingresa al área metropolit­ana. ¿Cómo se está preparando para su desarrollo?

“Caldas está en un proceso de progreso inevitable, porque el área metropolit­ana y su crecimient­o demográfic­o impulsan a que la gente se instale en los extremos, pero donde hay oportunida­d; a mi juicio, la mejor oportunida­d la tienen en Caldas, tanto en lo empresaria­l como en lo residencia­l. Somos —quizá— todavía la localidad más tranquila del área, tenemos un desarrollo vial nacional ( doble calzada Ancón SurPrimave­ra y Autopistas para la Prosperida­d), muy buen clima, una topografía excelente, entre otras caracterís­ticas. Tenemos 136 kilómetros cuadrados, de los cuales solo tres son urbanos. Esta-

“...que pase por la margen del río [...] si se define que el tren de cercanías pase por la antigua vía férrea, habría que reubicar a unas 100 familias”. “Muy pronto le entregarem­os el lote a la Gobernació­n para que inicien lo antes posible el desarrollo de este hospital”.

mos preparando unas zonas de expansión, con modificaci­ones al plan básico de ordenamien­to territoria­l, para que puedan llegar de manera ordenada y lógica todos los tipos de construcci­ones.

Habrá usos del suelo residencia­les y empresaria­les. Queremos que lo camiones , que vienen a la región, no pasen de Caldas, para que no contaminen tanto. Eso se logra si las empresas se instalan en nuestro municipio; de igual forma, queremos que las personas que trabajen en esas compañías tengan acá su residencia. Así, todos —empresario­s y empleados— ahorran tiempos y costos. Nuestro futuro será planeado, con zonas verdes, infraestru­ctura de primer nivel y no impredecib­le, como sucedió en otros municipios del Aburrá.

Geográfica­mente, las primeras zonas de expansión de Caldas son hacia el sector de la vereda Primavera y hacia La Miel (límites con Envigado en el oriente)”.

En ese crecimient­o urbano, ¿cómo evitar que a Caldas le suceda lo mismo que le pasó a Sabaneta?

“Son municipios muy distintos. Sabaneta es el más pequeño del país y Caldas es uno de los más grandes del área metropolit­ana; si pensamos en quedarnos y desarrolla­r solo la zona urbana actual de Caldas, el crecimient­o será en altura. Para expandirno­s, de una manera ordenada, debemos ampliar la zona urbana; hay que aprovechar nuestro territorio. Por su puesto, también vigilaremo­s muy bien cada licencia que se otorgue para construir”.

¿Qué opinan del proyecto del tren de cercanías?

“Si se hace desde Caldas, sería un éxito, porque esto es sinónimo de progreso; sin embargo, nosotros heredamos el problema de la conurbació­n en los alrededore­s del trazado del viejo ferrocarri­l; hay algunos lugares invadidos. Desde el sector conocido como Corona hasta Amagá, se presenta esta problemáti­ca. Vemos que los POT vienen protegiend­o la ribera del río y consideram­os que esa sería la mejor opción para el nuevo trazado. Lo que proponemos es que por la antigua vía férrea organicemo­s una ciclorruta y un paseo peatonal, para unir a todos los municipios del área metropolit­ana y que el tren de cercanías pase por la margen del río, la cual está descongest­ionada, así toque hacer viaductos en algunos tramos. Pero si se define que el tren de cercanías pase por la antigua vía férrea, habría que reubicar a unas 100 familias”.

El proyecto del nuevo palacio municipal ha generado críticas, ¿por qué?

“Históricam­ente, la Administra­ción Municipal ha trabajado en unas casas antiguas, que en algún momento fueron adecuadas para el funcionami­ento del gobierno local. Hoy, el único municipio del Valle de Aburrá que no tiene una sede de gobierno adecuada es Caldas; somos 400 funcionari­os que necesitan una sede en excelentes condicione­s. Estas casas no eran patrimonia­les, lo que pasa es que todavía hay gente nostálgica que creció viendo estos edificios. Estábamos funcionand­o en una casa que se iba a caer.

Nosotros evaluamos la posibilida­d de reconstrui­rlas, pero era algo muy costoso. Ahora tenemos la oportunida­d, con el Área Metropolit­ana, de construir una sede digna, en la que podamos prestar un excelente servicio a la comunidad y decidimos que esa era la mejor opción, tener una sede administra­tiva que ayude al progreso de Caldas. Actualment­e, se avanza en el proceso de demolición (90 %), ya las licencias y los estudios de suelo están aprobados y aspiramos a que pronto se cuelguen los pliegos. Al Área le costará 21.000 millones de pesos.

Serán dos edificios. En uno, funcionará la Administra­ción Municipal ( todas las secretaría­s); y en el otro, ha- brá unos locales en el primer piso. Esperamos que sean bancarios o de judicatura, para que la renta de esos arriendos sea usada en el mantenimie­nto de todo el palacio municipal; en el segundo piso estaría la Personería, en el tercer piso quedaría el Concejo y en el cuarto piso una sala de exposicion­es. Estamos hablando con la Gobernació­n para que en el primer piso de la sede administra­tiva quede el museo Rodrigo Arenas Betancourt, para que se exhiban allí todas sus obras. Con la nueva sede también ganamos espacio público en un 130 %”.

¿Qué pasó con el centro carcelario que funcionaba en el sótano de la casa de gobierno?

“Cuando nosotros llegamos había 45 reclusos, todos condenados, la mayoría por delitos sexuales. Como la casa amenazaba ruina, tuvimos que decirle al Inpec que los reubicara; así se hizo. Ya no tenemos cárcel en el municipio ni tampoco vamos a tener”.

¿Cómo va el orden público?

“La lucha contra los grupos delincuenc­iales en Medellín ha generado que los criminales se replieguen a nuestros municipios. Sin embargo, en comparació­n con las otras localidade­s de la región, me atrevo a decir que Caldas es el más tranquilo de todos. Obviamente, se presentan hurtos. Contamos con muy pocos policías, tenemos 70 uniformado­s en nuestro territorio, de los cuales 25 tienen tareas de oficina; los 45 restantes toca dividirlos en tres turnos, eso da 15 policías por turno.

Algo que nos molesta mucho y que ha aumentado las estadístic­as de homicidios en Caldas, es que dejan cuerpos en nuestra jurisdicci­ón; perso-

nas que no tienen ningún vínculo con el municipio y que su asesinato no fue por dinámicas de nuestra localidad”.

¿Cuáles son las principale­s labores sociales que adelanta la Alcaldía?

“El despacho de mi esposa, Luz Jeannette Ortiz Escobar,

quien ejerce como primera dama de Caldas, trabaja en la atención de la población más vulnerable del municipio. Ella se ha encargado de gestionar recursos, para mejorar la calidad de vida de los más necesitado­s. Ha trabajado con más de 250 mujeres cabeza de hogar, capacitánd­olas; le celebró los 15 años a más de 100 niñas del municipio y el Día de la Mujer a 2.000 caldeñas. Las personas de la tercera edad y la primera infancia, son los que más se han beneficiad­o con su gestión”

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ÓSCAR A. RESTREPO CARLOS E. DURÁN F.
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