TRUMP DEBE EVITAR UN MAL NEGOCIO DEL ZIKA
Donald J. Trump le dijo al pueblo americano durante su campaña presidencial, “Este país está siendo exprimido de sus empleos y su dinero porque tenemos a personas estúpidas haciendo malos negocios”. Prometió llegar a mejores acuerdos, unos en los que ganaríamos tanto que hasta “podríamos cansarnos de ganar”.
Ahora su administración, por medio del Ejército, está a punto de hacer un mal nego- cio, dando a una compañía de farmacéuticos francesa, Sanofi, la licencia exclusiva a las patentes y por tanto un monopolio para vender una vacuna contra el virus del Zika. Si Trump permite este acuerdo, Sanofi podrá cobrar cualquier precio astronómico que quiera por su vacuna. Millones de personas en los Estados Unidos y alrededor del mundo no podrán pagarlo aunque los contribuyentes americanos ya han gastado más de mil millones en investigación sobre el Zika y esfuerzos de prevención, incluyendo millones para desarrollar esta vacuna.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos le dio a Sanofi US$ 43 millones para desarrollar la vacuna del Zika con el Ejército de los Estados Unidos. Y se espera que la compañía reciba al menos US$ 130 millones más en fondos federales.
Sanofi no es una organización sin ánimo de lucro ni una empresita nueva luchando por llevar una medicina al mercado. Su ejecutivo principal, Olivier Brandicourt, gana unos US$ 4.5 millones al año. Hasta el gobierno de Francia criticó su salario, llamándolo “incomprensible”, sin embargo el gobierno americano está perfectamente tranquilo con la idea de enriquecer a Brandicourt aún más.
Antes de que Trump haga este acuerdo, tiene que garantizar que Sanofi no va a voltear y excavar a los consumidores americanos, Medicare y Medicaid o nuestras fuerzas militares cuando venda la vacuna.
Desafortunadamente, la probabilidad es que Sanofi adoptará exactamente este comportamiento predatorio, porque ha sucedido antes.
He aquí un ejemplo reciente: la crítica droga de cáncer de próstata Xtandi se desarrolló en U.C.L.A. con subsidios de investigación respaldados por los contribuyentes y el apoyo del Ejército y los Institutos Nacionales de Salud. Las patentes, que fueron asignadas a U.C.L.A. por el gobierno de los Estados Unidos, eventualmente fueron transferidas a una compañía farmacéutica que está cobrando a los americanos US$ 129.000 al año. A través de la frontera en Canadá, el mismo medicamento cuesta solo US$ 30.000 porque, a diferencia de los Estados Unidos, Canadá regula los precios de los medicamentos.
Bajo este descabellado sistema, los americanos pagan dos veces. Primero pagamos para crear estas drogas que salvan vidas, luego pagamos altos precios para comprar esas drogas. Al mismo tiempo, subsidiamos a consumidores en el resto del mundo, incluyendo las naciones avanzadas, financiando la investigación detrás de los medicamentos que compran.
Una vacuna contra el Zika sería un tremendo avance científico y podría prevenir malformaciones congénitas en un sinnúmero de niños alrededor del mundo. Soldados americanos prestando servicio en áreas propensas al Zika la necesitan. Y otros americanos podrían necesitar la protección de la vacuna porque el Zika está ligado a serios daños cerebrales congénitos.
Los consumidores americanos no deberían ser obligados a pagar el precio más alto del mundo por una vacuna que pagaron para ayudar a desarrollar.
Un fracaso por parte del gobierno para exigir precios justos a Sanofi a cambio de darle a la compañía un monopolio sería solo un ejemplo más de la amplia locura en torno a los precios de los medicamentos en Estados Unidos. Una decisión del Ejército sobre la solicitud de Sanofi se espera más tarde este año.
Nuestro gobierno tiene que dejar de ser pusilánime ante la industria farmacéutica y sus 1.400 lobistas. No podemos entregar este regalo a una compañía de drogas francesa sin prometer que no cobraremos en exceso a los consumidores americanos.
¿El presidente negociará un mejor acuerdo para los contribuyentes de este país y nuestros soldados? O ¿el presidente estaba mintiendo cuando dijo que solo haría los mejores negocios en nombre del pueblo americano?
Pronto lo descubriremos
Trump prometió mejores acuerdos, unos en los que “podríamos cansarnos de ganar”. Ahora está a punto de hacer un mal negocio.