Violaciones de derechos humanos en las fronteras
Entre 2014 y 2015 , la llegada de migrantes indocumentados a Colombia aumentó en un 288 %. Así lo revela un estudio elaborado por la Defensoría del Pueblo y la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) sobre las fronteras de Colombia.
De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, “Colombia no cumple con los estándares mínimos” para afrontar problemáticas como el de la trata de personas y brindar la atención adecuada a los migrantes irregulares.
Entre la población que Defensoría y Acnur encontraron en los 6.000 kilómetros de frontera están “víctimas del desplazamiento interno, colombianos expulsados de otro país, población involucrada en trata o tráfico de personas, extranjeros con necesidad de protección internacional y colombianos en movilidad por desastres o degradación ambiental”.
Tras realizar 4.153 encuestas, Acnur y Defensoría lograron establecer que en las fronteras, principalmente en la colombo-ecuatoriana, persisten las siguientes violaciones a los derechos humanos: persecución, homicidio, abandono o despojo de bienes inmuebles, actos terroristas y reclutamiento ilegal de menores de edad.
Otro dato relevante que aparece en el informe es que el 59 % de la población que vive en las fronteras está en condiciones precarias. Al revisar la situación, el defensor del Pueblo, Carlos Negret, hizo un llamado a la Unidad de Víctimas “para liderar y coordinar la realización de jornadas de atención interinstitucional, dirigidas a la población víctima ubicada en zona de frontera”.
Otro asunto que merece atención urgente es la situación de los grupos indígenas en la frontera. Según Negret, las condiciones de vida son precarias, por lo que recomendó “la protección a su territorio y el fortalecimiento del gobierno propio que implemente políticas y programas que garanticen el acceso a derechos fundamentales”