Capital humano e Industria 4.0: tenemos que prepararnos
LA LLAMADA Cuarta Revolución Industrial ya es una realidad, y todos coinciden en que este nuevo escenario traerá aparejado un mayor crecimiento a los países, al generar más productividad, eficiencia y una reducción de los costos operativos. Sin embargo, ya está instalado el debate en torno a que la irrupción de la automatización en tareas de producción, servicios, administración y otros es una amenaza para los empleos.
El Banco Interamericano de Desarrollo acaba de advertir que dos tercios de las ocupaciones actuales en Argentina y Uruguay corren el riesgo de ser reemplazadas por tecnologías que ya existen. Aquí en Chile, las proyecciones apuntan a un escenario muy similar. Una investigación de la consultora McKinsey, de 2017, señaló que cerca del 49 % de los trabajos asalariados –unos 3,2 millones de empleosarriesgan ser automatizados en las próximas cuatro décadas. A nivel de mercados el estudio calcula que en el rubro de la manufactura el potencial de automatización es de 64%, y de un 52% en minería.
El economista chileno Sebastián Edwards ha sido una de las voces que ha alertado sobre el asunto: “La verdad es esta: la invasión de los robots viene y nada los detendrá”, es una frase suya a la que agrega una crítica al escaso debate que ha generado este tema en el país.
En Asimet llevamos al menos 4 años advirtiendo sobre la necesidad imperiosa de abrir esta discusión, y lo hemos hecho desde una mirada optimista: queremos que esta invasión, de la que habla Edwards, no sea una amenaza, sino una oportunidad, porque estamos seguros que la Cuarta Revolución Industrial logrará un mayor crecimiento, al generar también una mayor productividad, eficiencia y una reducción de los costos operativos. Pero, indudablemente, tenemos que prepararnos.
Para enfrentar los cambios es imprescindible desarrollar capital humano en tecnologías digitales acordes a las necesidades de los sectores productivos e industriales del país. Una reciente investigación realizada por el Centro de Extensionismo de Asimet a pymes manufactureras reveló las principales brechas del sector en materia de capital humano y capacidad de gestión. Una de las conclusiones fue el bajo nivel de profesionalismo: el 43 % de los empleados no cuenta con estudios superiores. Reveló además una baja penetración de cargos en innovación (17%) y desarrollo (35%), como también falta de capacidades de emprendimiento y liderazgo.
Abrazar el cambio tecnológico es un desafío para la empresa chilena. Es primordial que existan iniciativas de colaboración público-privada en torno a la digitalización, capacitar para disminuir brechas educativas, facilitar la adopción de las nuevas tecnologías en el mundo laboral, homologar el lenguaje entre las empresas y la academia respecto de las competencias con que deben contar técnicos y profesionales.
Frente al inevitable avance de la automatización hay posturas apocalípticas y otras más conservadoras. Mientras las primeras plantean un escenario nefasto, las segundas destacan el valor de lo humano en el campo de la Inteligencia Artificial como una clara ventaja para el hombre. En Asimet creemos en esta segunda visión, pero –repito- tenemos que estar preparados. ℗