EDITORIAL: Revés judicial de la SBIF
La incertidumbre generada por el regulador, tanto por la forma de su actuar como por el fondo, es tal que la banca solicitó ayer que aclare tres puntos sobre los cuales no existen certezas.
EL FALLO de la Corte Suprema que ratificó lo dispuesto por la Corte Apelaciones, respecto de la nulidad de la multa de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) a CorpBanca por préstamos a las sociedades Cascada, es decidor: en la acción sancionatoria del regulador se faltó al debido proceso. Es grave que una autoridad se haya saltado el debido proceso ante un regulado, y genera espacios de incertidumbre respecto de los criterios que la entidad utilizará en sus demás procedimientos para con sus fiscalizados. También es preocupante que si bien no ha habido ninguna resolución de la justicia respecto del fondo de la sanción (superar los márgenes de crédito por empresa, al considerar las sociedades cascada sobre SQM como un solo esquema de organización social, entre otros), se genera la siguiente paradoja: en el hipotético caso de que el fondo de la multa sea correcto, la actitud impetuosa del regulador le habría generado un daño a las arcas del fisco. Esto, pues sólo por el hecho de no cumplir el debido proceso, la multa quedó sin efecto, es decir, el fisco -potencialmente- podría haber dejado de recaudar. Además, la pregunta que surge de inmediato es ¿por qué si su criterio es el correcto no ha realizado otras fiscalizaciones en la industria sobre esta materia? La incertidumbre generada por el regulador, tanto por la forma de su actuar como por el fondo, es tal que la Asociación de Bancos solicitó ayer que aclare una serie de puntos respecto de los cuales no hay claridad por su actuar. Por todo lo anterior, el superintendente Eric Parrado está en una complicada situación frente a la industria y es debatible su permanencia en el cargo, debido a los manifiestos errores que expuso categóricamente la justicia en más de una instancia. ℗