¿Está cambiando realmente la “mano” del SII en materia de fiscalización?
LA SEMANA pasada el Servicio de Impuestos Internos (SII), dio a conocer los resultados de la Operación Renta 2016,y en esa oportunidad la propia institución destacó el alto porcentaje de declaraciones objetadas, que llegó a un 14% más que en años anteriores.
Esto, sumado a que el alza de las declaraciones de impuestos de este año sólo fue de 4%, hacen pensar en el cambio de mano que estaría teniendo el organismo, a una mirada mucho más fiscalizadora, o como se dijo en su momento, a una “mano más dura”.
Este cambio habría empezado con la llegada de la nueva administración del SII encabezada por Fernando Barraza, y teniendo como segundo protagonista a Víctor Villalón, subdirector de fiscalización del organismo. Si bien existen nuevas facultades que se le entregó al SII con la Reforma Tributaria (como la implementación de las normas antielusión o la mayor fiscalización de los precios de transferencia), existen otras acciones que nada tienen que ver con la Reforma y que han marcado al Servicio, como la presentación de numerosas querellas criminales en casos como Penta o SQM.
Carolina Fuensalida, socia de Fuensalida & del Valle y asesora de grandes empresas, sostiene que “en el tema de las querellas criminales hay un antes y un después. No se había visto precedentemente en otras administraciones tributarias el uso de la querella criminal, antes estaba muy focalizado en lo que era IVA. En materia de Impuesto a la Renta, el ejercicio de las acciones criminales se dejaron para situaciones excepcionales, muy puntuales, muy poco frecuentes”, sin embargo esto habría cambiado, lo que también ha hecho replantear las acciones de querellas presentadas no son las mínimas requeridas para la prosecución de las investigaciones por el Ministerio Público, y no hay evidencia que el SII pretenda recopilar antecedentes respecto de nuevas aristas, distintas de las existentes desde el 2014”.
Claudio Bustos, socio de Bustos & Cía, añade que, a su juicio, “el SII está ejerciendo cada vez un rol fiscalizador más riguroso, lo cual se debe entre otras razones, a que la jurisprudencia reciente de los tribunales de justicia, especialmente de la Corte Suprema, ya desde antes de la aprobación de la Reforma Tributaria, ha dado la razón al SII en diversos fallos invocando como fundamento la ausencia de una ‘razón de negocios’ o aludiendo a la realidad económica de la operación, aún en casos donde existía una legalidad de forma. Este factor otorga mayor confianza a la autoridad a la hora de enfrentar juicios por casos de elusión tributaria”.
Sin embargo, las querellas criminales presentadas por el SII no son el único indicador de un cambio de mano en el organismo.
La Reforma Tributaria introdujo la Declaración Jurada (DJ) 1913, destinada a los grandes contribuyentes, y en donde debían declarar información relacionada a la administración y organización de la empresa.
Fuensalida destaca que “nos tomó a todos por sorpresa en cuanto a su contenido y en cuanto a su alcance, porque me imagino que eso apunta efectivamente a tratar de recopilar más información para empezar a ejercer y mirar las normas antielusión, porque saber quién era un asesor antes era absolutamente inocuo, hoy en día interesa para saber quiénes hacen planificaciones más o menos agresivas, cuáles nombres empiezan a ser recurrentes, hacia quiénes mirar a la hora de ejer-
Durante el 2015, el SII presentó en total 175 querellas en materia de justicia tributaria penal, las cuales tenían un perjuicio fiscal de $21.700 millones.
La Declaración Jurada 1913 contribuyó a la sensación de una mano “más dura” al señalar información de índole más administrativa de la empresa.
Casos como Penta y SQM también evidenciaron una acción más fiscalizadora del SII, con la presentación de querellas criminales.